A primera vista pareces un hombre muy concreto y racional. ¿Podrías presentarte?
Soy un hijo educado por su padre y por su madre, ambos exalumnos, que me han enseñado que en la vida es necesario ser altruista y ayudar a los demás. Me han enseñado a ser responsable. He estudiado en la escuela superior de los Salesianos en el internado, donde el programa, fijado desde las seis de la mañana a las diez de la noche, que te obliga a ser concreto y racional. Después he realizados mis estudios en la Universidad de Bolonia. Al regreso a casa (habiendo adquirido la experiencia en el extranjero que en la época era un plus considerable) me puse a emprender mi propio negocio. Hoy gestiono mi empresa con casi 50 empleados, que se desarrolla en tres países. Son 50 familias a las que cuidar. Por tanto es necesario ser racional.
En la Familia Salesiana los Exalumnos/as representan una parte consistente. ¿Cómo valoras la actual vitalidad de los Exalumnos/as en el mundo y las diversas realidades?
Como un gigante dormido que se está despertando poco a poco. A Europa hay que salvar, a África hay que redescubrirla, a América Latina y Asia hay que orientarlas y Norte América hay que definirla. La paradoja es que los otros grupos de la Familia Cristiana nos entienden a menudo mejor que nosotros Exalumnos; hay que trabajar mucho sobre la identidad del Exalumno.
¿Cómo va la relación de la Programación que has ideado con el Consejo mundial de la Confederación?
Bien, pero despacio. Puedes tener tantas ideas preciosas como quieras pero mientras la gente no lo sabe, es difícil ir hacia adelante. Es por esto que estamos poniendo todas las fuerzas en la difusión de nuestras ideas, del Plan Estratégico y de nuestros proyectos estrellas.
Se dice que la Iglesia quiere más carácter laico. ¿No crees que hoy haya mucho clericalismo en los laicos?
No, pienso de manera completamente diversa. Hoy hay demasiado laicismo entre los curas. Quiero decir que utilizan demasiado a ocuparse de trabajos y actividades que no saben hacer, que no han estudiado y les quita demasiadas fuerzas psíquicas y físicas. El cura ha estudiado y tiene vocación para las almas. Si debe dedicar demasiado tiempo a la contabilidad, a la manutención de los edificios, a la gestión administrativa, es obvio que no tiene tiempo para hacer aquello para lo que ha sido formado y llamado por Dios. Es mejor estas cosas en manos de los laicos, que han estudiado para ello y son profesionales. Es por esto que a menudo decimos que los Exalumnos quieren ser “el grupo de servicio y gestión”.
En confidencia: ¿es difícil hacer el Presidente de la Confederación Mundial de los Exalumnos/as?
Si lo es. En primer lugar porque no es un trabajo al que te puedes dedicar a tiempo completo. Ahora entiendo lo que quería decir mi coach personal en 2015 (cuando fui elegido) al aconsejarme: toma a tu familia y múdate a Roma durante dos años... Por otra parte, sin embargo, es estimulante, porque ahora puedo usar totalmente los talentos y dones que he recibido de Dios y ver que con la oración, las cosas van hacia adelante y progresan.
¿Qué deseas decir a los Exalumnos y Exalumnas que leerán esta entrevista?
Les deseo que descubran que ser “Honrados ciudadanos y buenos cristianos” es el proyecto de vida. Les deseo ser “Sal de la tierra y luz del mundo” es un programa de acción. Les deseo que lo realicen usando las capacidades y conocimientos personales puestos al servicio de los demás, y especialmente de la Familia Salesiana, siendo este el camino correcto para llegar al cielo.
Expresa una nota de esperanza, para concluir…
Entender que Don Bosco nos ha formado es un pensamiento que libera. Intentar seguirlo es la solución a tantas incertezas. Soñar como él es la garantía de éxito… Invito a todos los Exalumnos a soñar.