El encuentro constituyó una celebración de la riqueza y la vitalidad del carisma salesiano, con la presencia de benefactores, miembros del Consejo General, embajadores y amigos de Don Bosco.

Desde su título, la celebración estuvo dedicada a una tríada representativa del mensaje de Don Bosco y su vigencia en el presente: “Educación, Esperanza, Alegría: el legado de san Juan Bosco para las nuevas generaciones”.

El evento fue organizado, además, para ofrecer una oportunidad de compartir la obra de la Fundación y de la Congregación de los salesianos de Don Bosco en favor de los jóvenes más vulnerables de todo el mundo.

Participaron en el encuentro más de sesenta donantes de la Fundación, amigos y sostenedores de los salesianos, miembros del Consejo General de la Congregación, así como representantes de algunas embajadas: Carlos Alberto Fonseca, embajador de Angola ante la Santa Sede; el ministro Mirko Soto Sapriza, de la Embajada de la República del Paraguay; monseñor Fernando Silva de Matos, consejero eclesiástico en representación de la Embajada de Portugal ante la Santa Sede; la señora Francisca Menezes, primera secretaria de la Embajada de Timor Oriental; y la encargada de negocios de la Embajada de Haití ante la Santa Sede, señora Marie Guerlyne Janvier.

“Bienvenidos a la casa de los salesianos, la casa de todos los amigos de Don Bosco”, dijo al abrir el encuentro el padre Rafael Bejarano Rivera, responsable de Obras Sociales en el sector de la Pastoral Juvenil y moderador de la jornada.

Tras los saludos institucionales de Alberto Rodríguez Mármol, presidente de la Fundación DON BOSCO NEL MONDO, intervino el hermano Jean Paul Muller, ecónomo general de la Congregación de los salesianos de Don Bosco y tesorero de la misma Fundación: “Don Bosco y todas las personas que conocemos de la época fundacional de los salesianos vivieron en tiempos de cambio, y nosotros hoy también estamos atravesando muchos puntos de inflexión”, dijo Muller a los presentes. “Nuestra respuesta es fortalecer y sostener a la Iglesia en el afrontamiento de los muchos desafíos del presente y mitigar sus dramáticas consecuencias para los pobres. Buscamos, en donde sea posible, hacer realidad el deseo de Don Bosco de una Iglesia fuerte y al servicio de todos”.

Luego, la donante y escritora Cristina Palumbo Crocco compartió su testimonio: “Estoy muy agradecida de estar aquí hoy”, declaró en su intervención, “y quiero aprovechar la ocasión para subrayar cómo cada misión salesiana en el mundo se asemeja a todas las demás, independientemente de las condiciones iniciales del territorio: es un signo de gran dignidad”.

A continuación, tomó la palabra el padre José Lorbeth Vivo, salesiano, quien presentó el proyecto del sector de la Pastoral Juvenil “Diamantes ocultos”, que también se ha convertido en un libro. Finalmente, dos estudiantes de los últimos años del Instituto Escolar Salesiano Pío XI relataron su participación en el concurso “Soñados en grande”, organizado por la Fundación y actualmente en curso.

Todo el evento estuvo acompañado por “Las voces del Sagrado Corazón”, coro de las jóvenes de la Basílica del Sagrado Corazón de Roma: dos de sus interpretaciones, “Hallelujah” y “Juglar de los campos”, dedicada a Don Bosco, están disponibles en el canal de Instagram de la Fundación DON BOSCO NEL MONDO.

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