Un Jubileo ordinario que representa la 27° vez en la larga historia de este importante acontecimiento para la Iglesia Católica, y para los salesianos que, bajo la protección de Don Bosco y la guía del papa Francisco, están llamados, al igual que todos, a permanecer “anclados en la esperanza, peregrinos con los jóvenes”.
Una celebración especial que coincide precisamente con el 150° aniversario de la partida de los primeros diez misioneros salesianos desde Génova hacia América del Sur, enviados por Don Bosco con la bendición de la Basílica de María Auxiliadora en Turín, el 11 de noviembre de 1875.
También el año 1875 fue un Año Santo, en el contexto del fin del poder temporal de los papas, por lo que el Jubileo se celebró de manera reducida. Don Bosco participó en él. Incluso después de la muerte de Don Bosco, se celebraron jubileos de gran relevancia en la historia salesiana a lo largo de los años.
Mención especial merece el Jubileo extraordinario celebrado desde el 2 de abril de 1933, Domingo de Pasión, hasta el 2 de abril de 1934, Lunes de Pascua. Precisamente el 1° de abril, Domingo de Pascua, tuvo lugar la solemne canonización de Don Bosco.
Fuente: Missioni Don Bosco