Este paso se concretó gracias al trabajo de las seis Comisiones Interregionales, establecidas para garantizar que todos los Capitulares pudieran expresar de manera constructiva sus puntos de vista. En las comisiones, se buscó analizar los principales “desafíos” y los consecuentes “objetivos” para el futuro de la Congregación. Después de una mañana todavía dedicada a estas actividades de estudio y confrontación, la tarde marcó el inicio de una nueva fase: la primera sesión pública de respuestas por parte de los Consejeros Generales de Sector a las preguntas formuladas por escrito por los miembros capitulares.
Cuatro Consejeros Generales tomaron la palabra, cada uno abordando temas cruciales para el progreso y la misión de la Congregación.
Don Ivo Coelho, Consejero General para la Formación, trató una de las cuestiones más delicadas: la fidelidad al carisma salesiano y a la profesión religiosa, especialmente entre los jóvenes salesianos. Subrayó que no se puede simplificar el análisis atribuyendo toda la responsabilidad al llamado “contexto cultural desfavorable”. Por el contrario, destacó un dato alentador: precisamente donde el contraste cultural es más fuerte, se registra una tasa de abandono menor que la media mundial. Esto sugiere que los jóvenes que responden a la vocación en dichos contextos ya han encontrado soluciones personales al tema crucial de la relación entre fe y vida.
Don Miguel Ángel García Morcuende, Consejero General para la Pastoral Juvenil, destacó que la reconfiguración de las presencias salesianas no debe considerarse una cuestión meramente organizativa o de “ingeniería institucional”. Al contrario, se trata de un proceso que busca mejorar la oferta educativa para los jóvenes, teniendo también en cuenta las condiciones de las comunidades salesianas. Subrayó la importancia de adoptar políticas que protejan la vida cotidiana de las comunidades, garantizando así espacios para el desarrollo del carisma. Como ejemplo, citó el camino emprendido por las inspectorías italianas para definir un nuevo modelo de gobierno, orientado hacia una mayor eficiencia y proximidad a las necesidades locales.
En su intervención, don Alfredo Maravilla, Consejero General para las Misiones, puso énfasis en el proceso de selección y envío de los misioneros. Explicó que la petición de misioneros nace de un “proyecto misionero” presentado por el Inspector, quien define los perfiles necesarios de los candidatos. A partir de ahí, se desarrolla el proceso de discernimiento para la elección y envío de los misioneros, que concluye con la aprobación del Rector Mayor y del Consejo General. Sin embargo, advirtió que, por muy bien estructurado que esté el proceso, no siempre es posible identificar al “misionero perfecto” desde el principio. Por ello, invitó a confiar en el mecanismo, reafirmando que la calidad de la formación y la gestión de los roles son elementos clave para el éxito de las misiones.
Por último, don Gildasio Mendes, Consejero General para la Comunicación Social, abordó un tema especialmente actual: la necesidad de combatir el clericalismo, que definió como una verdadera “enfermedad” que se infiltra en el cuerpo eclesial. Refiriéndose a las enseñanzas del Papa Francisco, afirmó que el clericalismo lleva a olvidar el Bautismo y la pertenencia al Pueblo de Dios. Propuso volver a estudiar los documentos del Concilio Vaticano II y poner en práctica la enseñanza de Jesús: “ceñirse la cintura para servir a los hermanos”. Añadió que la verdadera evangelización no puede limitarse a las redes sociales, sino que debe basarse en un testimonio vivido, capaz de convencer y evangelizar en la vida cotidiana.
Esta primera sesión pública de respuestas marcó un momento importante para el Capítulo General. Permitió profundizar en cuestiones cruciales para la vida y misión de la Congregación, ofreciendo a los Capitulares la oportunidad de entablar un diálogo constructivo y enriquecedor.
Los trabajos continúan hoy, viernes 28 de febrero, con la segunda parte de las respuestas, que contará con las intervenciones del Vicario del Rector Mayor, del Ecónomo General y de los Consejeros Regionales. Esta sesión también representa una oportunidad para aclarar aún más las propuestas y estrategias necesarias para afrontar los desafíos futuros y consolidar la misión salesiana en los próximos seis años.