Dado que en esa época la representación de dramas sagrados estaba prohibida, San Francisco celebró una misa en una cueva, llevando el comedero junto a un burro y un buey.
Fue el primer belén viviente
El primer belén con estatuas data de 1283 y es obra de Arnolfo di Cambio. La obra escultórica consta dividida en grupos de mármol que representan a la Virgen y el Niño, a San José y los Reyes Magos, al burro y el buey.