Por Silvio Roggia, SDB
La presencia salesiana en Juba es una ciudad, más que una casa… Qué representa actualmente este kilómetro cuadrado a la vera del río Nilo, donde tu vives?
La presencia más numerosa está en el campo de desplazados internos (IDP – internally displaced people), refugiados aquí durante la guerra del 2013. Al comienzo eran 4 mil, ahora ya superan los 12 mil, la gran mayoría de mujeres y niños. Contiguo al campo hay una escuela maternal para la población infantil. En el interior del campo existe otra escuela atendida por las Hijas de María Auxiliadora (HMA), con 1100 niños que provienen de los barrios adyacentes.
Qué otras ofertas educativas propone la Familia Salesiana?
Tenemos 3900 alumnos en la escuela elemental, con dos turnos diarios,; un dispensario atendido por las Hermanas de la Caridad e Jesús, que han logrado reducir la mortalidad infantil; una escuela secundaria atendida por la HMA, con 350 alumnos y una escuela técnica dirigida por el salesiano Jonatowski, con 300 estudiantes. La Hermanas también ofrecen cursos de horticultura, a las jóvenes madres. Y también ofrecemos el oratorio que acoge a más de 500 jóvenes. En diversos puestos misioneros ofrecemos también educación elemental a un buen número de alumnos.
Por la mañana llega un río de jóvenes…
Son muy puntuales e higiénicos. Insistimos mucho en la higiene personal y en las reglas mínimas de disciplina, como por ejemplo, la puntualidad. Un ambiente ordenado y acogedor, a partir de estructuras muy simples, es ya una escuela de vida. Los jóvenes son los primeros en convencerse de esto y en empeñarse porque consideran a la escuela como el camino más importante para el futuro. Los más comprometidos pertenecen al campo IDP.
Cuáles son los mayores desafíos y esperanzas para el futuro?
El desafío es tener más Salesianos. Aquí la mies no es abundante: es inmensa! Y los operarios no son pocos: son poquísimos, en relación a las necesidades. En la comunidad viven 6 prenovicios y esto es un gran motivo de esperanza. Pero mirando al futuro, Sudán Sur precisa de paz: una nación joven, muy joven, con grandes recursos y posibilidades. Si se empeñan en esta tarea, en pocos años podrá florecer e impactar en el mundo.
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