Olena, ¿qué le trajo al Centro Juvenil Salesiano de České Budějovice?
Llegué a la República Checa en la segunda semana de marzo. Nuestro amigo nos habló del Centro Juvenil Salesiano. Masha y yo nos sorprendimos cuando llegamos aquí porque, en nuestra ciudad en Ucrania, no tenemos nada parecido. Los niños checos deben estar muy contentos porque tienen este programa y pueden venir aquí gratis, recibir atención y estar en un lugar cómodo y seguro. Decidí ser voluntaria en este Centro Juvenil Salesiano porque me gustan los niños. Realmente, para mí es muy fácil estar con niños porque me dan energía.
¿Y cómo reaccionan los niños checos? Ud. habla inglés y ucraniano, en cambio ellos hablan checo.
Con los niños no tengo ningún problema. Me gusta jugar al fútbol. Me dicen: "Elena, ven a jugar al fútbol". Yo digo: "Vale". Ellos dicen: "Elena, juega otro partido con nosotros". Yo digo: "de acuerdo". Les gusto, porque acepto todos los juegos que me proponen. Y las muchachas gitanas siempre vienen y dicen: "Chica, eres muy guapa". Y yo les digo: "No, tú eres hermosa". Nuestro primer contacto empezó con la frase "You are so beautiful". Con las chicas pintamos y hablamos en inglés sobre algunos temas. Les gusta enseñarnos a mí y a Masha la lengua checa.
Después de dos semanas, Masha y Ud., se convirtieron en empleadas del Centro Juvenil Salesiano y ahora dirigen programas para niños ucranianos.
Dividimos a los niños ucranianos en cuatro grupos según su edad -de 4 a 16 años- y hacemos programas diferentes para cada grupo. Nos centramos en la enseñanza de matemática, lógica, literatura, o simplemente nos divertimos un poco. Los grupos ya están llenos. Además, el lunes tenemos un grupo para niños checos. Masha y yo seguimos aprendiendo la lengua checa y también practicamos el inglés con los niños checos.
¿Los niños ucranianos están interesados en participar en los programas?
Sí, están muy contentos porque pueden hablar ruso y ucraniano con nosotros. Esto es muy interesante para ellos. Y después les gusta hacer algo con los demás o lo que hemos preparado para ellos. Nadie quiere estar solo. Todos los niños prestan atención y socializan. Están contentos porque forman parte del grupo.
¿Cuál es su experiencia sobre los niños ucranianos con los que trabaja?
Los niños ucranianos se alegran al conocer a un profesor ucraniano y cuando se les habla en ucraniano. Un niño me dijo que tenía un problema aquí. Va a una escuela checa y hay dos niños ucranianos en su clase, pero ambos hablan ruso y él habla ucraniano. Nadie habla ucraniano con él. Estaba súper triste, pero cuando vino aquí y le hablé en ucraniano, dijo: "Omg, ¿podemos hablar ucraniano?" Y yo le dije: "Sí".
¿Necesitan hablar de lo que ocurre a su alrededor?
Sí, quieren hablar de la guerra. Quieren hablar de sus preocupaciones. Estuvimos pintando y hablando de gatos. Un niño de Buča dijo: "Estoy muy preocupado por mi perro, se quedó en Buča y creo que se ha muerto". Y yo le dije: "Nooo. Todo va a estar bien. Está vivo. Creo que está bien. No te preocupes". Y otro chico añadió inmediatamente: "Omg. La guerra. ¿Por qué ocurre? Sigo pensando que cuando vuelva, no encontraré nada, ningún edificio". Y yo le he dicho: "No, no, no, no. Todo está bien. Sólo tenemos que esperar hasta que nuestros soldados tengan la situación bajo control". Y él dijo: "Sí. Mi mamá me dijo lo mismo". Son súper serios en este tema y quieren hablar de ello. Pero al mismo tiempo, quieren divertirse y jugar, hacer cosas... No son tímidos. Creo que es porque hablamos ucraniano, y se relajan por ello.
¿Cree que están traumatizados?
No todos; aunque vi a unos cinco niños traumatizados. Les dije: "Vamos a pintar un animal. Pueden crear un animal que no hayan visto en la vida, y piensen en los superpoderes que tienen". Algunos niños pintaron dragones con superpoderes para matar y mucha sangre a su alrededor. No hablan de su trauma, pero se puede ver en sus pinturas. También recuerdo a dos niños que vinieron aquí y eran súper tímidos. Venían de Donetsk y habían vivido muchas situaciones horribles. Tenían miedo de comunicarse con los otros niños.
¿Y cómo es la situación de los niños ucranianos aquí en la República Checa?
Están contentos de estar aquí, pero no todos encuentran escuela, porque no hay suficientes plazas en las clases. Así que empiezan a recibir clases online en una escuela ucraniana. Ellos dicen: "No, no queremos ir a la escuela". Y yo digo: "Sí., tienen que hacerlo". Estoy contento porque siempre les pregunto: "¿Tenéis amigos aquí en la República Checa?" "Sí, tenemos". Y me hablan de sus nuevos amigos, cómo se llaman, qué hacen. Están abiertos a hacer nuevos amigos aquí.
Nuestro Superior salesiano nos advirtió que será necesario ayudar y trabajar con los niños ucranianos a largo plazo. ¿Tiene algún consejo sobre cómo ayudarles a largo plazo?
Quiero agradecer al Centro Juvenil Salesiano que nos haya ayudado a mí y a Masha a crear programas para los niños ucranianos. Tenemos suficiente espacio y todo lo que necesitamos para las clases, además creo que en el futuro habrá más niños aquí, para quienes podremos hacer más clases. Los niños me preguntan: "¿Podemos venir más a menudo?". Y yo debo responder: "Lo siento. Tenemos otros grupos mañana". Quieren más lecciones y están muy contentos de estar en el Centro Juvenil Salesiano. En cuanto a la lengua checa, les gustaría estudiar pero por ahora, tienen miedo, porque los profesores de la escuela no hablan ucraniano ni ruso. Creo que los niños necesitan pasar algún tiempo conmigo y con Masha, y después de eso estarán más relajados, más abiertos a estudiar. Creo que se sentirán más cómodos cuando aprendan la lengua checa, y será más natural para ellos jugar y estudiar con niños checos. También tenemos clases de checo dos veces por semana para nuestros hijos y espero que eso les ayude.
Dado que os habéis convertido en empleados del centro, ¿creen que se quedarán en České Budějovice durante mucho tiempo o desean volver a Ucrania?
Ahora es imposible volver a Ucrania, me gusta la República Checa, llegué dos semanas después de que empezara la guerra. Nunca había estado en Chequia y cuando llegué a České Budějovice me sentí como en una película. Nadie gritaba, ni había sirenas. Fue una sorpresa. Fue tan bueno. Me gusta České Budějovice. Es una ciudad pequeña, pero muy bonita. Me gusta que aquí nadie tenga prisa. La gente está tranquila y hace lo que tiene que hacer. Me gusta esto. Espero quedarme aquí, porque me gusta este país; me gusta la gente checa, son tan amables y siempre quieren ayudarnos. Masha y yo sólo queremos dar las gracias a todos los que nos ayudaron a encontrar un lugar para vivir, a conseguir algunas cosas y ropa... Nos ayudaron en todo. Estamos muy agradecidos al Centro Juvenil Salesiano, y especialmente a František, Ondra y Hanka.
¿Cómo podemos ayudar a las personas que huyeron de la guerra a la República Checa?
Esta es una buena pregunta. Porque cada persona tiene necesidades diferentes. Alguien necesita pañales para un bebé, otro necesita una manta, alguien comida, otros necesitan un lugar para vivir una noche, alguien está buscando un trabajo... Es importante preguntar: "¿Cómo puedo ayudarte? ¿Qué necesitas ahora?". Conocí a una mujer en un centro para ucranianos. Tenía cinco hijos y otro en camino y me dijo: "No tengo dónde vivir y necesito comida para mis hijos". Esta es una situación. Otra situación diferente fue la de una mujer que buscaba trabajo. Ambas necesitaban ayuda, pero tienen necesidades diferentes y por eso es importante preguntar: "¿Cómo puedo ayudarte?".
La gente puede ofrecer una ayuda diferente. No todo el mundo puede ofrecer un lugar para vivir o dinero. ¿Hay algo que todos puedan hacer?
Creo que todo el mundo puede decir a los ucranianos: "Lamento mucho que esta guerra esté ocurriendo". Pueden ayudar a todos los ucranianos si les dejan contar sus historias. ¿Cómo fue su primer día de guerra? ¿Cómo fue su viaje de Ucrania a Chequia? ¿Cuántos días duró? ¿Qué han perdido a causa de la guerra? Y es muy importante decir que esto es una guerra. No es una operación especial como dice Rusia. Para los ucranianos es importante escuchar a los demás decir: "Siento mucho que esta guerra esté ocurriendo, pero espero que todo ande bien con tus padres, con tus amigos. Todo irá bien".
Lo siento mucho. Creo que terminará pronto. Creo que para los que vivimos en paz, es difícil hablar con alguien que está en una situación tan mala.
Es normal. Cuando llamo a la familia, a los amigos, cuando navego por las redes sociales, en todas partes hay guerra, guerra, guerra y guerra. Y a veces quiero hablar con alguien que no sepa nada de la guerra y vivir una parte de mi vida como una vida normal. A veces ayuda mucho no hablar de la guerra y en su lugar hablar de qué cocinar y qué película ver el próximo fin de semana. Realmente ayuda.
Entonces, ¿podemos ayudar a los refugiados ucranianos hablando con ellos de la vida cotidiana?
Sí, claro, no podemos pensar en la guerra las 24 horas del día. Sin embargo, es muy importante decir que esto es una guerra, no un "conflicto" o una "operación especial". Pero creo que la vida normal volverá y todo irá bien. Sólo quiero dar las gracias a toda la gente que ayuda al pueblo ucraniano. Los ayudan en todo y son muy amables. Entiendo que a veces es difícil. Gracias. Y quiero decir a todos los ucranianos que ganaremos, y todo saldrá bien.
Jan Kvapil
Periodista del Centro de Medios Salesianos Checos