Los primeros años de misión fue difícil que incluso algunos religiosos como el P. Juan Fruchs y el P. Pedro Sacilotti tuvieron que pagar con sus vidas el celo misionero. Al final del año 1930 se dio un cambio en la cultura de los Xavantes y en 1937 el P. Antonio Colbacchini fue introducido a la comunidad. Los misioneros salesianos comenzaron su primera misión en Santa Terezinha, respetando la estructura tradicional.
Actualmente, entre los Xavantes trabaja el P. Bartolomeo Giaccaria, que desde 1954 se hizo misionero inseparable entre la gente de Mato Grosso y sigue desempeñando su trabajo incansable en una parroquia que comprende 184 aldeas, repartidas en tres diócesis y en un total de 4.000 km².
La sede de la misión está en Nova Xavantina, pero el P. Giaccaria utiliza el método de la misión itinerante, “para proporcionar presencia eficiente y eficaz en las comunidades”.
Gracias a la presencia salesiana en los pueblos, ha sido posible trabajar en la formación pastoral, la educación, la salud, el desarrollo de la agricultura. “Hacemos lo que podemos – explica el P. Giaccaria - El misionero no debe resolver los problemas de los pueblos indígenas, debe ayudar a resolver sus problemas. No debe hacer, debe ayudar a hacer”.
En cuanto a la coexistencia del cristianismo con los cultos tradicionales del lugar, se han traducido los Evangelios y los libros litúrgicos en lengua Xavante y se ha tratado de dar prioridad a los valores más que a la estructura: “No importa si no saben qué es el Jubileo, es importante que sepan lo que es la misericordia. No hay necesidad de quemar etapas e ir muy rápido. Es muy fácil comprometerse con las cosas externas, es más difícil e importante profundizar el contenido”.
Para los Xavantes, el vínculo con la naturaleza es muy fuerte y ellos utilizan las materias primas para hacer cremas, champús, jarabes y otros remedios contra las enfermedades más comunes.
En el "sitio Web de “Missioni Don Bosco” se puede conocer más sobre la labor misionera del P. Giaccaria y recibir gratuitamente el E-book “Curarse como los Xavantes. El recetario del Padre Giaccaria”.