«Fui ordenado sacerdote el 19 de marzo de 2017 en la parroquia de María Auxiliadora de Sarría, Caracas. Trabajé con minorías étnicas durante tres años antes de venir a Venezuela. He estudiado durante cinco años. Ahora me encuentro en el Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho, Alto Orinoco, una región amazónica donde los Salesianos están presentes desde 1932. En este amplio territorio, de 162.000 km², viven 220.000 indígenas de diversas etnias.
Mi vocación misionera nació un año antes de emitir los votos. Aprendí mucho de los misioneros, extranjeros y vietnamitas: de ellos comprendí que no solo en mi país, sino también en otras naciones tienen necesidad de la obra misionera. También en diversos países, en cada uno de ellos somos llamados a colaborar e desenvolver nuestra vocación. Por eso estoy aquí, con un espíritu de servicio, ofreciendo mi empeño de salesiano.
Además, aunque la lengua no sea la misma que nos une, quiero confiarme a Dios, seguir su dirección, sin esperar grandes resultados, pero siempre aprendiendo de las personas y colaborando con ellas. Sé muy bien que no podré resolver ese mar de dificultades que tienen las personas, pero estoy ansioso en trabajar en medio de ellas, especialmente entre los jóvenes e entre los más pobres!
Sigo el espíritu de Don Bosco, a pesar de las dificultades, los obstáculos, las diferencias culturales, con el objetivo de abrir el corazón de las personas a Dios para que sean felices».
Otras informaciones están disponibles en el sitio «Missioni Don Bosco»