Por: Giovanna Pasqualin Traversa
"En primer lugar – manifiesta el P. Attard - Quiero expresar mi profundo agradecimiento a los ‘Carabinieri’, por su compromiso y su empeño en buscar la reliquia sustraída. El Sr. Amato, manifestó el gran esfuerzo realizado en la búsqueda de la Reliquia y el haberlo encontrado el 2 de junio, primer viernes del mes, y que tuvo una gran cobertura en los medios a nivel mundial”.
“Después del descubrimiento - continúa el salesiano - se esperaba la conclusión de los procedimientos legales necesarios, y el colocarlo en su lugar de origen.
En estos días en el Colle Don Bosco, se reunieron unos 250 jóvenes de 25 países, la mayoría de Europa y con la presencia de Medio Oriente; para vivir el “Confronto MJS 2017”. El encuentro, que tiene lugar cada cuatro años, finaliza el 16 de agosto, en el cumpleaños de nuestro Padre Don Bosco. Este año se celebra el 202° aniversario del nacimiento del Santo de los jóvenes. Este acontecimiento fue una “providencial coincidencia”, una "gran oportunidad" para colocar la reliquia dentro de un camino pastoral, y de acogida por parte de los jóvenes, amados por Don Bosco -, enfatizó el religioso.
“Su presencia entre nosotros - continúa - es 'una presencia de don y de regalo', como ha señalado el Rector Mayor, y es la coronación de los progresos realizados junto con los jóvenes”.
Pero ¿cuál es el valor de una reliquia, con la presencia de un trozo del cuerpo de un santo? “La sociedad puede quitar la imagen de Dios en el foro público – dice - pero no puede eliminar la sed de Dios que existe en el corazón de una persona, y los jóvenes lo buscan. La reliquia de un santo es algo concreto, que nos impulsa y nos abre a lo sagrado, que constituye una parte de lo visible”.
“Si a los jóvenes se les ofrece sentido de pertenencia a un grupo, propuestas de gran valor, una visión y un proyecto para el futuro, un proceso de acompañamiento por parte de adultos auténticos y significativos; los jóvenes empiezan a vislumbrar lo que están buscando - concluye el salesiano -. La reliquia no es espiritualismo, sino que es proyectarse hacia lo sagrado que cada uno lleva dentro”.
Fuente: Agencia Sir
