1. Estamos a sólo cuatro días del comienzo del Capítulo General 29; ¿cómo se siente ante la proximidad de este momento tan importante para la congregación?
Diría que me siento como un entrenador y un árbitro en vísperas de la final de un partido: hay entusiasmo, un poco de sana inquietud, pero sobre todo mucha gratitud por el camino recorrido hasta ahora.
Hemos trabajado con gran empeño, codo a codo con las Comisiones Técnica y Jurídica, la Comisión Pre-capitular del tema, el Secretariado, los colaboradores de Roma y Turín-Valdocco, y los traductores que, desde todas las Inspectorías, nos ayudan a comunicar nuestro trabajo a todo el mundo. Pero, sobre todo, debemos dar las gracias a los mismos Capitulares, a los Inspectores y a los Delegados que, desde hace meses, interactúan con nosotros, nos animan, nos sugieren, nos enriquecen con su experiencia y su amor a nuestra Congregación.
Ha sido un camino sinodal de escucha, discernimiento y comunión. Ahora estamos dispuestos a vivir este momento con el corazón abierto, confiando en que el Espíritu nos guiará en nuestras opciones por el bien de la Congregación y especialmente de los jóvenes. Y si Don Bosco estuviera aquí, probablemente nos diría que no nos preocupáramos demasiado... ¡y que siguiéramos trabajando con alegría!
2. Ha trabajado en la preparación del Capítulo General durante más de un año. ¿Está satisfecho con el resultado?
Es extraordinario pensar cómo empezó todo con la Carta de Convocatoria del Rector Mayor el 24 de septiembre de 2023. A partir de ese momento, las 92 Inspectorías de la Congregación se pusieron manos a la obra para profundizar en el tema capitular: "Apasionados por Jesucristo, dedicados a los jóvenes". Un trabajo de reflexión, confrontación y síntesis que implicó a salesianos de todas las partes del mundo.
Aquí en Roma, con los hermanos elegidos para las Comisiones, nos sumergimos en profundizar, resumir y dar forma a todo este material. Ha sido una verdadera aventura, hecha de estudio, discernimiento y diálogo fraterno. Pero la preparación de un Capítulo General no es sólo contenido: también era necesario poner en marcha toda la maquinaria organizativa.
Tuvimos que coordinar las distintas áreas de la logística: recepción e inscripción, transporte, alojamiento, servicios informáticos, traducciones, medios de comunicación y comunicación, sin olvidar la gestión de los espacios y las celebraciones litúrgicas. La comunicación con los animadores y los invitados fue otro de los grandes retos, al igual que la organización de toda la informática para garantizar un Capítulo eficaz y bien estructurado.
Bajo la paternal mirada del Padre Stefano Martoglio, Vicario del Rector Mayor, tratamos de armonizar todas estas energías, reuniéndonos varias veces tanto en Roma como en Turín para hacer balance de la situación. Tuvimos que afrontar retos inesperados, crear nuevas soluciones para gestionar imprevistos de diversa índole... y, como siempre, lo hicimos con el espíritu salesiano: con concreción, creatividad y confianza en la Providencia.
¡Ya estamos preparados! Y si algún detalle aún nos sorprendiera, estamos seguros de que, como buenos Hijos de Don Bosco, sabremos afrontarlo con ingenio, con una sonrisa y con ese sano espíritu de familia que nos distingue.
3. ¿Cuántos miembros participarán en este Capítulo y qué funciones representan?
En el Capítulo General 29 participarán 269 personas, cada una con un papel claramente definido en el buen funcionamiento de la asamblea. En el centro están los 227 capitulares, que tendrán derecho a voto y representan a toda la Congregación. Entre ellos hay 14 Consejeros Generales, el Procurador General y un Rector Mayor Emérito, que aportarán su experiencia y visión para el futuro de la Congregación. El grupo más numeroso está formado por los Provinciales y Delegados de las 92 Inspectorías, subdivididos por Regiones: 32 de África-Madagascar, 22 de Cono-Sudamérica, 27 de Asia Oriental-Oceanía, 33 de Asia Meridional, 36 de Europa Central-Norte, 27 de Interamérica, 29 del Mediterráneo, así como 2 representantes de la UPS (Universidad Pontificia Salesiana) y 3 hermanos de la Casa Generalicia de Roma (RMG).
Pero un capítulo no se sostiene sólo con sus miembros con derecho a voto. Entre bastidores hay un impresionante trabajo de apoyo que hace posible cada momento de la asamblea. Once intérpretes y siete traductores trabajan sin descanso para garantizar el entendimiento entre los participantes en las cinco lenguas oficiales de la Congregación. La gestión práctica se confía a un eficaz equipo logístico, con 10 personas que trabajan en Valdocco y 3 en la Casa Generalicia de Roma, dedicadas a la recepción, la organización de los espacios y los servicios diarios.
Para garantizar el buen funcionamiento, 3 expertos informáticos se ocuparán de todo el sistema digital del Capítulo, desde los dispositivos electrónicos hasta la gestión de las votaciones. Mientras tanto, el sector de la comunicación, con un equipo de 6 personas y la valiosa contribución de la ANS (Agencia Salesiana de Noticias), informará día a día de los momentos más destacados del Capítulo, permitiendo a toda la Familia Salesiana del mundo seguir la marcha del Capítulo.
En total, seremos 269, cada uno con su tarea, pero todos unidos por el mismo deseo: hacer de este Capítulo una experiencia de comunión, discernimiento y renovación. Un grupo numeroso, ciertamente, ¡pero bien organizado! Y si surge algún pequeño imprevisto, bueno... ¡somos salesianos! Con creatividad y espíritu de familia, sabremos afrontarlo.
4. ¿Cuáles cree que serán los momentos más destacados de este 29º Capítulo General?
El Capítulo General 29 será un intenso camino de escucha, discernimiento y opciones importantes para el futuro de la Congregación. Entre los momentos más significativos destacará sin duda el retiro inicial, un tiempo de recogimiento y oración que nos ayudará a poner al Espíritu Santo en el centro, dejándonos guiar por Él en nuestro camino capitular.
Inmediatamente después, entraremos en el corazón del Capítulo con un estudio en profundidad del estado de la Congregación. Sector por Sector, analizaremos los retos y oportunidades de nuestro tiempo, tratando de llegar a una visión realista, pero siempre iluminada por la fe. Este momento es crucial porque nos permitirá identificar las prioridades para el sexenio 2025-2031, a la luz de la misión salesiana y del carisma de Don Bosco.
Uno de los pilares del Capítulo será entonces la profundización del tema del Capítulo, "Apasionados por Jesucristo, dedicados a los jóvenes". No será sólo una expresión para meditar, sino una perspectiva concreta para renovar nuestra identidad y nuestro compromiso entre los jóvenes, especialmente los más vulnerables.
Finalmente, llegaremos a un momento muy esperado y de gran responsabilidad: el discernimiento y la elección del Rector Mayor y su Consejo. Aquí no se trata sólo de elegir personas, sino de identificar, a través de la oración y la reflexión, la guía que acompañará a la Congregación en los próximos años. Es una experiencia de profunda confianza en el Espíritu Santo y de comunión entre todos los capitulares.
Pero no podemos olvidar otro momento que muchos esperan con emoción y -reconozcámoslo- también con cierta inquietud: la experiencia jubilar en Roma. Celebrar la Eucaristía en el Vaticano, encontrarse con el Santo Padre y concluir el Capítulo con la Misa en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús será un signo de comunión con la Iglesia y una oportunidad de renovación espiritual para todos nosotros.
En resumen, el CG29 será un tiempo de gran intensidad, hecho de discernimiento, de encuentros fraternos y de opciones valientes. Y como siempre, lo viviremos al estilo de Don Bosco: ¡con seriedad, con pasión y con la alegría de quien sabe que el Señor camina con nosotros!
5. El tema de la CG29 es "Apasionados por Jesucristo, dedicados a los jóvenes". Cómo refleja este tema la realidad actual de la Congregación y de los jóvenes de hoy?
Desde el día en que el P. Ángel, entonces Rector Mayor, nos dio este tema, hay una palabra que sigue resonando con fuerza en mi corazón: apasionado. No es una palabra cualquiera, es un fuego, una energía interior que nos empuja a vivir con intensidad nuestra vocación.
Me gusta decir que entre las muchas sugerencias enviadas por los Inspectores para el Capítulo, hubo una que me llamó especialmente la atención. Uno de ellos escribió: Ya hemos producido tantos documentos, archivos llenos de hermosos capítulos, textos llenos de elocuencia y profundidad. Pero lo que necesitamos ahora es un Capítulo que no se limite a escribir más páginas, sino que nos ayude a evaluar hasta qué punto vivimos realmente lo que hemos escrito. Que nos recuerde algo que nos abra al Espíritu: pasión, fuego, impulso, motivación... eso es todo lo que necesitamos ahora.
Y éste es precisamente el punto: sin pasión, sin un corazón inflamado de amor, corremos el riesgo de perder el sentido de nuestra misión. Don Bosco solía repetir a sus muchachos: "Por vosotros estudio, por vosotros trabajo, por vosotros vivo, por vosotros estoy dispuesto incluso a dar la vida". No era sólo una bella frase: era el secreto de su locura de amor, de su entrega total a los jóvenes.
No es casualidad, por tanto, que el Rector Mayor haya elegido tres palabras clave para el CG29: pasión, vida profética y verificación valiente. Apasionarse por Jesucristo significa volver a la fuente de nuestra vocación, redescubrir la alegría de seguirle, dejarnos incendiar por su amor. La vida profética nos llama a ser signos creíbles de esperanza para los jóvenes, testigos auténticos de un Dios que camina con ellos. Por último, la verificación valiente es un acto de honestidad y fe: ¿somos realmente lo que decimos ser? ¿Respondemos a los desafíos de hoy con el mismo ardor que Don Bosco? ¿Queremos simplemente ver si rediseñamos o no el organigrama de nuestra hermosa institución, o nos atrevemos a permitir que Jesús de Nazaret nos enseñe el alfabeto de su estilo de liderazgo?
6. El Instrumentum Laboris, que será sometido a votación y se convertirá en el documento de trabajo, trae consigo grandes y audaces expectativas. ¿Puede compartir algunas de ellas?
Ah, ¡el Instrumentum Laboris! Cada Capítulo tiene el suyo y, como siempre, se trata de un documento bien construido, rico en reflexiones y fruto de un amplio trabajo de síntesis. Pero permítanme decir enseguida una cosa: el verdadero protagonista del Capítulo no es un texto, por muy bien hecho que esté. El protagonista es el Espíritu Santo y la capacidad de la Congregación de dejarse guiar por Él.
El instrumento de trabajo se ha elaborado recogiendo las voces de todas las Inspectorías, tratando de dar forma a aquellas preguntas e intuiciones que surgen del corazón de la Congregación. Tiene una estructura clara y se centra en tres grandes núcleos: la animación de la vida consagrada salesiana, la misión compartida con la Familia Salesiana y los laicos, y la revisión de las estructuras de gobierno de la Congregación. Son temas importantes, porque afectan a nuestra identidad, a nuestro modo de estar entre los jóvenes y a nuestra manera de organizar la misión. Ahora bien, algunos se preguntarán: ¿Y qué? ¿Tenemos ya todas las respuestas? En absoluto. Al contrario, el mayor peligro sería tratar este documento como una especie de "manual de soluciones", casi como un ídolo que sustituyera al verdadero discernimiento. El Instrumentum Laboris no es el destino, es sólo una brújula: útil, pero no suficiente.
Por eso no quiero decir demasiado ahora. El Capítulo está a punto de comenzar y, como en toda aventura salesiana, sabemos de dónde partimos, pero dejamos espacio para lo que el Espíritu nos inspire a lo largo del camino. Y si, al final, nos damos cuenta de que el Instrumento ha sido más una pista de partida que un mapa definitivo... ¡significará que, efectivamente, hemos tenido un buen Capítulo!
7. ¿Existen novedades o enfoques introducidos en este capítulo para mejorar la participación y ayudar a alcanzar los objetivos del CG29?
Si algo ha hecho siempre la Congregación, desde el primer Capítulo convocado por Don Bosco -justo cuando los primeros Salesianos desembarcaron en América- es escuchar a todos. El método ha sido siempre el mismo: la escucha comienza con cada hermano, pasa por las comunidades y las Inspectorías, y llega finalmente al discernimiento del Capítulo General. Sólo así podemos captar la riqueza y la complejidad de nuestro carisma y de nuestra misión.
También en la preparación del CG29 hemos tratado de vivir este espíritu de manera concreta. Ya se vio en la composición de las Comisiones: el grupo de canonistas salesianos, dirigido por el P. Pier Fausto Frisoli, reunió a expertos de diversas partes del mundo. La Comisión Pre-capitular tuvo un carácter aún más internacional, al igual que las aportaciones de la Lectio Divina, que dieron profundidad espiritual al curso. Pero esta atención a la diversidad no se detiene en la fase preparatoria: incluso en el propio Capítulo, la presidencia de la Eucaristía y de las Buenas Noches Salesianas se distribuirá entre las distintas regiones de la Congregación. Esto nos permitirá escuchar diferentes lenguas, historias y sensibilidades, sintiendo latir el corazón de la Congregación al ritmo del mundo.
Desde el punto de vista organizativo, una innovación importante ha sido el portal digital creado con el apoyo de nuestros expertos informáticos. Esta herramienta ha permitido a cada regulador, de las 92 Inspectorías, introducir de forma autónoma los trabajos, preguntas y datos de los miembros del capítulo en su propia circunscripción. Además, ahora contamos con varios canales de comunicación y grupos de intercambio que facilitan el diálogo, haciendo que el proceso sea más participativo e inclusivo.
También están las iniciativas más sencillas pero igualmente eficaces: en África, por ejemplo, la conferencia conocida como CIVAM, creó en noviembre un grupo de WhatsApp entre los 33 participantes del CG29 para coordinarse mejor y caminar juntos hacia el Capítulo. Otras regiones habrán encontrado estrategias similares durante sus recientes asambleas. Pequeñas soluciones que permitieron gestionar, en poco más de un año, un camino que en condiciones ordinarias habría llevado más tiempo. Y todo ello, en un periodo extraordinario para nuestra Congregación, marcado por el nombramiento como Cardenal de nuestro Rector Mayor, el P. Ángel Fernández Artime.
Sin embargo, como repite a menudo el P. Stefano Martoglio, gracias a Dios pudimos vivir este tiempo con serenidad y preparar un Capítulo ordinario en condiciones extraordinarias. Don Bosco, y antes que él San Francisco de Sales, solían definir así los pequeños milagros cotidianos: cuando la confianza en la Providencia y el trabajo concreto se unen, todo sale adelante... con una pizca de sorpresa y mucha gratitud.
8. Hemos oído que en este capítulo se tratarán algunos temas únicos e importantes que nunca antes se han abordado. ¿Puede hablarnos más de ellos?
(¿Dónde has oído eso? Me interesa. ¡Dime la fuente! (risas)
Algunos salesianos creen que temas como la protección de menores y personas vulnerables, la ecología integral, los retos y oportunidades del mundo digital y la inteligencia artificial, o incluso la apropiación del Rescripto del Santo Padre sobre la necesidad o no del sacerdocio para los superiores, son aspectos nuevos o requieren una postura más clara y valiente. Sin embargo, bien mirado, muchos de estos temas ya han sido explorados por la Congregación desde hace décadas, aunque no siempre hayamos tenido la oportunidad de leerlos o asimilarlos plenamente. Pero, al fin y al cabo, la verdadera novedad no está siempre en lo que contemplamos, sino en cómo lo contemplamos. La belleza, como la novedad, está en el ojo del que mira. Y ése es precisamente el sentido de un Capítulo General: no limitarnos a repetir lo que ya sabemos, sino dejarnos sorprender por una mirada nueva, capaz de ver más allá.
9. ¿Cómo está prevista la semana de discernimiento y quién dirigirá este importante proceso?
La semana de discernimiento para la elección del Rector Mayor y su Consejo se estructura con gran cuidado, alternando momentos de oración, reflexión personal y discusión comunitaria, en un clima de escucha del Espíritu Santo. Escuchamos diversas evaluaciones de la experiencia del 2020, en un contexto que todos recordamos, en la fase más dura de la pandemia. Ahora intentamos avanzar con mayor serenidad. El viaje comienzará el domingo 23 de marzo, con una solemne invocación al Espíritu Santo, una charla inicial del Guía, Vísperas en la Basílica de María Auxiliadora y adoración eucarística en la Iglesia de San Francisco de Sales. Los Capitulares estarán acompañados por el P. Amedeo Cencini, guía espiritual de todo el proceso hasta el final de la votación.
El lunes, 24 de marzo, después de una nueva meditación guiada, las comisiones trabajarán sobre la base de una breve evaluación de lo ya discutido en la segunda semana del Capítulo, y luego sobre perfiles y nombres para la figura del Rector Mayor para el sexenio 2025-2031. La tarde se dedicará al debate y a la síntesis, que culminará con una encuesta para ayudar a identificar a los candidatos más idóneos. El martes 25 de marzo será el día de la gran decisión: tras un momento de clarificación y puesta en común, y la invocación del Espíritu Santo, tendrá lugar la elección del Rector Mayor, que aceptará el cargo con la profesión de fe y el juramento ante la Asamblea. A partir de esa misma tarde, y en los días siguientes, hasta el 29 de marzo, se repetirá el proceso para la elección del Vicario, los Consejeros de Sector y los Consejeros Regionales. Los trabajos se alternarán entre sesiones plenarias y reuniones de comisiones, siempre acompañadas de oración y adoración. Las comisiones serán mixtas para la elección del Rector Mayor y su Vicario, así como para la elección de los Consejeros de Sector y Regionales, de acuerdo con el reglamento del Capítulo General.
Toda la semana culminará el sábado, 29 de marzo, día de la elección de los Consejeros Regionales, con la celebración eucarística presidida por el nuevo Rector Mayor y rodeado de su Consejo: un signo de comunión y de misión renovada para la Congregación.
10. Este Capítulo General dura casi 55 días. ¿Es similar a los Capítulos anteriores? ¿Cree que tiene la duración adecuada?
La duración de un Capítulo General nunca es una elección al azar, sino que la determinan quienes lo convocan, teniendo en cuenta la complejidad del trabajo a realizar. Soy consciente de que para algunos hermanos ocho semanas pueden parecer mucho tiempo, pero los que lleguen a Turín se darán cuenta de que no es en absoluto un tiempo excesivo para la tarea que tenemos por delante. Probablemente debo recordar que el CG29 se estructura en torno a tres grandes núcleos temáticos, como lo han sido los últimos Capítulos. Esta vez los tres núcleos comprenden a su vez no menos de 18 subtemas, cada uno de los cuales requiere una reflexión cuidadosa y un debate en profundidad. A ellos se añaden los temas jurídicos pendientes del CG28, que requieren una mayor elaboración.
Si en el futuro el Rector Mayor decide adoptar un enfoque diferente -por ejemplo, volver al modelo preconciliar, cuando el Capítulo se centraba exclusivamente en el estudio del estado de la Congregación, o elegir un tema más sencillo-, la duración podría cambiar, por supuesto. Por otra parte, las nuevas estrategias digitales permiten ya trabajar a distancia en muchos documentos, y quizás mañana esto pueda afectar a la estructura del Capítulo. Pero más allá de la duración, lo que realmente cuenta es la experiencia que se vive: días intensos de encuentros, de amistad, de escucharse unos a otros. Hermanos de culturas diferentes trabajan juntos, aprenden a comprenderse mejor y caminan juntos. Algunos dicen que éste es precisamente uno de los secretos de nuestra unidad: una Congregación de unos 13.600 Salesianos, capaz de sentirse como una familia, a pesar de las diferencias y las distancias.
Puede que el tiempo que pase en Turín no sea mucho... simplemente es necesario. Y, para muchos de nosotros, también será inolvidable.
11. ¿Cuál es tu visión para este Capítulo? ¿Cuáles son tus principales esperanzas para la renovación de la misión salesiana?
Debo confesar algo. No he desarrollado mi propia visión para este Capítulo. No porque no sea importante, sino porque he aprendido que mi tarea como Regulador no es dar una visión, sino facilitar el trabajo del Capítulo, tal como lo ha soñado la Congregación a través de la voz del Rector Mayor. Esta función me impide participar en los trabajos de las Comisiones e incluso votar, precisamente para que pueda ser, con mayor libertad, un instrumento en las manos de Dios.
Sin embargo, como me aconsejó recientemente el P. Pascual Chávez, mi tarea no se limita a la facilitación técnica. Es necesario ayudar a los capitulares a llegar a una visión clara de la Congregación, porque sin ella corremos un gran riesgo: el de que cada uno viva un Capítulo distinto y, peor aún, trabaje para una Congregación distinta. De la visión común surgirán líneas de acción más centradas, que guiarán nuestra misión durante los próximos seis años. De ella surgirán también los perfiles de quienes deberán guiar nuestro camino futuro.
Así que diría que mi esperanza es que el Capítulo sea capaz de encontrar esta visión unificada. Pero la verdadera respuesta no está en las palabras de ninguno de nosotros. Está en el corazón de Dios y en el corazón de los que se atreven a escuchar su voz, en los desiertos y areópagos de hoy.
12. Por último, ¿qué mensaje le gustaría compartir con los Salesianos de todo el mundo que esperan con impaciencia los resultados de este Capítulo General?
En primer lugar, gracias. Gracias a cada uno de vosotros por vuestra contribución a este Capítulo, porque no nos pertenece sólo a los que estamos aquí reunidos, sino a toda la Congregación. Os pido que lo apoyéis con vuestras oraciones, porque cada capitular, desde el Vicario del Rector Mayor hasta el hermano encargado de la logística, está aquí como embajador vuestro. El Capítulo es el signo más alto de nuestra unidad en la diversidad (art. 146).
Hemos pedido al Señor que este CG29 sea un kairós, un momento favorable, en el que se renueve poderosamente la pasión por Cristo y por los jóvenes. Por eso, más que leer los documentos finales, será fundamental elegir algunos aspectos significativos y vivirlos en plenitud en el proyecto personal de vida, el proyecto comunitario y el Proyecto Educativo Pastoral Salesiano. Si todos hiciéramos esto, ya habríamos dado sentido a nuestro trabajo.
Personalmente, me conmueve la llamada del Rector Mayor, en la carta de convocatoria, a cuidar la vocación propia y la de los demás (núcleo 1 del CG29). ¿No es éste el corazón de nuestro carisma? Ser hermanos que cuidan unos de otros, guías para los jóvenes, testigos creíbles de un amor que educa y acompaña. Quizá sea ésta la clave de una vida fraterna y de una pastoral más samaritana, más profética, más encarnada en la vida de las personas. Así que mi deseo es que tengamos el coraje de soñar, de construir comunidades educativas y pastorales que den fruto, de ser una presencia viva y generadora de vida para los jóvenes. Y, como siempre, lo confiamos todo a María Auxiliadora, Madre, Maestra y Guía, seguros de que seguirá mostrándonos el camino.