Por: Marcelo Escalante Mendoza, sdb
¿Cómo entender la espiritualidad de lo cotidiano en el carisma salesiano?
Como salesianos, podemos entender la “espiritualidad” como el medio en el cual nos movemos y nos relacionamos con los hermanos de la comunidad, con los muchachos, con las personas que comparten con nosotros la misión de educación-evangelización de la juventud; con la gente, en general.
Básicamente, la espiritualidad es amor, es caridad. No debemos ser “sofisticados” en esto. En términos prácticos, si sustituimos el término espiritualidad con otro que tal vez nos ayude a expresar nuestra idea de un modo mejor, podríamos usar términos como amor, caridad, amistad, deseo de ayuda, disponibilidad para los demás, etc. Tomados en conjunto, estos términos podrían definir la espiritualidad de lo cotidiano como la entendió Don Bosco.
¿Quiénes influenciaron en la Espiritualidad de Don Bosco?
Es en este aspecto en el que se puede ver claramente la influencia de San Francisco de Sales. Podemos estar prácticamente seguros de que Don Bosco conoció bien la Introducción a la Vida Devota (Filotea), obra maestra del Santo Obispo de Ginebra. Es bueno recordar además que Don Bosco vivió como un místico, es decir con una fuerte unión con Dios, con los santos, especialmente con la Virgen, con quien hablaba con auténtica familiaridad. Más aún, él entendió la vida mística (espiritual) como amor cristiano en la práctica, vivido en el apostolado.
¿Qué significado práctico tiene la espiritualidad salesiana?
La Familia Salesiana no es un “club social”, nos une el apostolado y el trabajo por la salvación de la juventud. En este sentido nuestra espiritualidad no tiene horarios y se vive cotidianamente, de manera especial en el trato con los demás. Por ello debemos ser cuidadosos con las palabras que usamos, el modo cómo tratamos a las personas. Estos pequeños detalles pueden parecer insignificantes, pero no lo son, pues son expresiones de lo que anida en nuestro interior, son auténticos signos de una espiritualidad cristiana y salesiana bien vivida”.