El tema de este año es “Acelerar la acción para la igualdad de género” y subraya la importancia de dar pasos rápidos y decisivos para alcanzar la paridad de género. Además, invita a impulsar con mayor urgencia la eliminación de las barreras sistémicas y los prejuicios que las mujeres enfrentan, tanto en el ámbito personal como en el profesional.
Datos del World Economic Forum revelan que, al ritmo actual de avances, se necesitará hasta el año 2158, es decir, aproximadamente cinco generaciones, para alcanzar la plena igualdad de género.
Los misioneros salesianos que viven y trabajan en más de ciento treinta países se centran en la emancipación de jóvenes mujeres y niñas a través de programas específicos. Estos ofrecen oportunidades de educación y formación que, en el futuro, les permitirán acceder a empleos con un salario sostenible.
“Los salesianos tienen un profundo compromiso con la inclusión de niñas y jóvenes en la educación, para garantizar que adquieran las habilidades necesarias para ser autosuficientes –declaró el padre Michael Conway, director de Salesian Missions–. El objetivo es capacitarlas para que puedan tomar buenas decisiones para sus vidas, tener esperanza en el futuro y alcanzar sus sueños”. Como motivo del Día Internacional de la Mujer, Salesian Missions comparte los programas salesianos activos en todo el mundo que educan y empoderan a niñas y mujeres.
En Ecuador, el Centro de Formación “María Auxiliadora” el año pasado organizó diversas iniciativas de capacitación para más de doscientas setenta personas, en su mayoría mujeres de la provincia de Esmeraldas. En esta región, las mujeres enfrentan desempleo, falta de recursos, violencia de género y abandono. La formación estuvo a cargo de tres profesionales laicos e incluyó doce cursos en seis sectores ocupacionales. El centro fue inaugurado hace diez años en el valle de San Rafael, en la provincia de Esmeraldas, una zona marcada por la violencia, el narcotráfico, la pobreza y la falta de oportunidades.
En Kollam, en el estado de Kerala, India, en abril del año pasado, siete mujeres conductoras certificadas recibieron sus propios rickshaws eléctricos dentro de la iniciativa WE Auto (Women Empowerment through Electric Autos – Empoderamiento femenino a través de vehículos eléctricos), sumándose así a las otras treinta y cuatro mujeres de la comunidad pesquera local que ya se habían beneficiado de esta iniciativa, apoyada por la ONG salesiana BREADS y el Programa para el Desarrollo de la Comunidad de Pescadores (FCDP, en inglés). Johncy Alex, una madre soltera de treinta años, enfrenta enormes desafíos en su vida cotidiana. El rickshaw es ahora su salvavidas, ya que le permite cubrir los gastos diarios, pagar progresivamente sus deudas pendientes y garantizar la educación que sus hijos merecen.
Uno de los ejemplos más significativos en la protección de mujeres y niñas proviene de Sierra Leona. Allí, Don Bosco Fambul lleva adelante una serie de programas diseñados para apoyar a los jóvenes que viven en la calle, a las niñas que han sufrido abusos, a las jóvenes obligadas a prostituirse y a los adolescentes en conflicto con la ley. Don Bosco Fambul también gestiona una casa de acogida para niñas víctimas de abuso sexual que necesitan apoyo y educación. Para ellas se ha puesto en marcha el programa Girls Shelter OS+, dentro de un centro terapéutico. Desde su inicio, el programa ha cambiado la vida de más de 600 niñas.
Los misioneros salesianos han vivido y trabajado con los refugiados del campo de reasentamiento de Palabek, en Uganda, desde su apertura en 2016. Actualmente, alberga aproximadamente 72.000 refugiados y ahora los salesianos buscan centrar algunos de sus esfuerzos en las jóvenes madres. Como explicó uno de los salesianos que trabaja en Palabek, “casi todas las madres adolescentes de Palabek han huido de la guerra y no han tenido el tiempo ni el apoyo necesarios para desarrollarse, mejorar su autoestima o aprender a cuidar de sus hijos. Necesitan formación e información sobre cómo cuidar de sus bebés y de sí mismas”. Por ello, se busca crear un espacio seguro para los niños mientras las madres asisten a clases. De este modo, podrán continuar con la lactancia materna y al mismo tiempo recibir formación y educación emocional para fomentar hábitos saludables, una buena higiene y una mayor autoestima.
