Por: Javier Zudaire
¿Cuál fue el recorrido de tu vida?
En Huesca y San Vincenç dels Horts cursé mis estudios de Aspirantado donde conocí a los misioneros de la India, de manera especial al P. José Luis Carreño. Quedé tan impactado por este modelo de vida y pedí ir a las misiones.
¿En qué consiste tu trabajo misionero?
Mi trabajo consiste en predicar y difundir entre las tribus de Megalaya, India, el Evangelio. Cuidamos las almas y cuidamos las vocaciones para que no falten trabajadores en la mies del Señor. Cuidamos la Educación de los jóvenes en varias escuelas.
¿Cuál es el trabajo en las parroquias?
La Parroquia congrega una multitud de actividades diversas: escuelas, dispensarios médicos, catequesis, grupos de laicos, compañías, creación de campos de arroz, realización de caminos, de pozos de agua, etc. En todas las parroquias existe un Centro de Salud dirigido por unas religiosas. Se tiene un “jeep” que hace de ambulancia en las emergencias. En muchas ocasiones este “jeep” ha sido la cuna de bebés y el lecho de muerte cuando se les llevaba al hospital más cercano que dista a unos 250 km.
¿Qué destacarías de todos los años que llevas viviendo en la India?
Que se palpa la mano de Dios en todo. Estamos llevando el Reino de Dios y hemos experimentado la protección especial de María Auxiliadora. El lema de Don Bosco “Trabajo y templanza” es siempre actual en las circunstancias en que trabajamos, para gente pobre, sencilla y trabajadora. En estos años se han adaptado a las diferentes etnias, culturas y lenguas: la Biblia, oraciones, cantos y Salmos.
¿Cómo ve la India?
En toda esta zona se respira salesianidad: el nombre de Don Bosco es una palabra mágica en todo el Noreste de la India. El paso de la Reliquia de Don Bosco por las diferentes ciudades de esta zona evocó un sentimiento de admiración y respeto por el Sistema Salesiano. Hay un futuro resplandeciente para la Iglesia y para la Congregación Salesiana siguiendo los pasos de los pioneros salesianos que nos mostraron el camino.