¿Puedes presentarte?
Soy el clérigo Dominic Nguyen Quoc Oat, de la Inspectoría de San Juan Bosco de Vietnam. Dios me ha bendecido junto a tres miembros de mi familia, mis padres y mi hermana mayor, y ahora me da la oportunidad de llevar a cabo su misión en Inglaterra, Gran Bretaña. Es un país maravilloso y mi experiencia en este corto tiempo me ha hecho sentir el calor y el cariño de la gente que me rodea en esta viña del Señor.
¿Qué te inspiró a tomar la decisión de ser misionero?
Conocí las experiencias misioneras de muchos misioneros salesianos en mi tierra cuando regresaban a casa de sus lugares de misión. Fue una experiencia enriquecedora escuchar estas magníficas vivencias y encendió mi deseo misionero. Luego, compartí con uno de mis compañeros de clase mi sueño de ser misionero en un país concreto. Esto encendió en mi corazón una sed de evangelización que siempre ha permanecido fresca en mí. Creo que Dios me invita a esta llamada a ser misionero para Él y su pueblo, así que pedí la vocación misionera como un compromiso para toda la vida.
¿Estás contento con el sitio al que vas? ¿Tienes temores o preocupaciones sobre el nuevo lugar, la nueva cultura y la nueva gente?
Por supuesto que estoy contento de conocer mi lugar de misión, pero todavía tengo algunas preocupaciones y temores porque tengo que aprender mejor el idioma y la cultura del lugar. Sin embargo, pienso que Dios, que me ha llamado a ser salesiano, seguirá bendiciéndome con su gracia para ayudarme a dar lo mejor de mí y a llevar a cabo la responsabilidad que se me ha confiado.
¿Cómo reaccionaron sus familiares, amigos y hermanos cuando les habló de su vocación misionera?
Es natural que los miembros de mi familia tengan opiniones diferentes, algunos se alegraron y otros se preocuparon. Mi padre siempre me animó y se alegró mucho de que tuviera el valor de comprometerme con esta vocación, pero también reconocí la tristeza en los ojos de mi madre. Aunque estaba un poco triste, quería que yo fuera feliz en este camino. Creo que Dios y María Auxiliadora les ayudarán a encontrar la alegría y la buena salud.
¿Qué planes y sueños tiene para su vida misionera?
Mi sueño es cumplir el sueño que Cristo tiene para mí. Seré su instrumento para promover más vocaciones a la obra de Dios, porque en el mundo hay un grave declive en la promoción de vocaciones. La inmensa mayoría de los jóvenes europeos ven las vocaciones religiosas como algo extraño e incomprensible. Por otra parte, debo decir que estaba preparado cuando nuestra Congregación invitó a los hermanos a las Misiones.
¿Tiene en mente algún modelo de gran misionero cuyo estilo y vida quiera seguir?
Ciertamente, todos necesitamos un modelo o una personalidad inspiradora a la que seguir. Podría contar varios en mi vida, pero el modelo a seguir para mi vida misionera es Jesucristo, que fue un incansable misionero itinerante durante toda su vida, se sumergió en una evangelización incansable y fue un poderoso comunicador del mensaje de Dios para todos los tiempos.
¿Cuál es su mensaje a los jóvenes sobre la opción y la vocación misionera?
Les pido que recen por todos los misioneros y que se acerquen con valentía a conocer y leer las experiencias de vida de los distintos misioneros. Hoy en día la gente está al día de las noticias de personajes populares de los medios de comunicación, de política, de historia... Pero rara vez se interesa por saber qué hacen y quiénes son los misioneros. Es probable que en cada misionero Dios haya encendido el celo misionero, como en Moisés, en Don Bosco o en Artémides Zatti. Debemos responder generosamente a esta llamada misionera y mantener encendida la llama y propagarla por todas partes.
