¿Puedes presentarte?

Me llamo Jean-Bernard Junior Gérald Guielle Fouetro, soy originario de la República del Congo y miembro de la Visitaduría África Congo (ACC). Nací en Pointe-Noire, la capital económica de la República del Congo. Soy licenciado en filosofía y me estoy preparando para ser clérigo. Iré como misionero a Alemania (GER), donde empezaré con un periodo de aprendizaje del idioma, y después el tirocinio.

¿Qué te hizo decidirte a ser misionero?

Mi fuente de inspiración para la vida misionera es, en primer lugar, Jesús mismo, basándome en las Sagradas Escrituras: (Mateo 16, 21-27; Mateo 19, 29; y Mateo 20, 19-20). Luego está el celo, el entusiasmo y la tenacidad de San Pablo en el anuncio del Evangelio, la realidad de una colonia de vacaciones en Cabinda en 2016, donde vi a varios jóvenes abandonados por falta de salesianos, y por último algunos testimonios de algunos misioneros ancianos.

¿Estás contento con tu destino? ¿Tienes algún temor o preocupación sobre el nuevo lugar, la cultura y la gente?

Estoy muy contento con mi tierra de misión porque es el lugar donde el Señor quiere que vaya para testimoniarle, para anunciarle con celo y entusiasmo, siguiendo el ejemplo de San Pablo y según el estilo y carisma de San Juan Bosco. Por eso confieso que no siento miedo, ¡al contrario! Siento una inmensa alegría, porque tengo una firme confianza en Dios y sé que cuando Él envía, dota, equipa a su enviado de todos los dones, de todas las gracias necesarias para poder afrontar su misión lo mejor posible y llevarla a cabo con éxito. Estoy seguro de que ya me había preparado en todos los sentidos. Por eso mi alma, mi corazón y mis pensamientos están en total paz.

¿Cómo reaccionaron tu familia, amigos y hermanos cuando les hablaste de tu vocación misionera?

La reacción de mi padre, mi madre, mis hermanos y hermanas, mis amigos y algunos de mis hermanos salesianos fue muy positiva, con palabras de aliento y bendición, a pesar de la dolorosa noticia de la separación. Pero para otros reconozco que no ha sido así.

¿Cuáles son tus proyectos y sueños para la vida misionera?

Mi mayor proyecto y sueño es poder realizar el deseo de nuestro santo fundador Don Bosco, que no es otro que la 'salvación de las almas', para que mis destinatarios, con la ayuda del Buen Pastor y por intercesión de María Auxiliadora, puedan ser 'Buenos cristianos y honrados ciudadanos'.

¿Tienes modelos de grandes misioneros cuyo estilo y vida quieras seguir?

Tengo un gran modelo, único y último, de gran misionero, cuyo estilo de vida me gustaría imitar de manera radical, en el que se fundamenta la base de mi vocación misionera, y es Jesucristo mismo.

¿Cuál es tu mensaje a los jóvenes sobre la opción y la vocación misioneras?

El mensaje que puedo dar a los jóvenes es: "Seguir a nuestro Señor Jesucristo exige un desapego radical de las cosas y los deseos de este mundo, un descentramiento de uno mismo para centrarse en los demás". Reconozco que no es fácil, pero es posible porque "cuando Dios llama a alguien para confiarle una misión, le dota de las gracias, los dones y las capacidades necesarias para llevarla a cabo". Así pues, la actitud que hay que adoptar no es tener miedo ni prejuicios, sobre todo, sino tener una confianza y una fe inquebrantables en Dios, abandonarse total y libremente a la escucha, empezando por la meditación de las Sagradas Escrituras, y ser dóciles al Espíritu Santo.

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