¿Puedes presentarte?
Soy el Padre Jean Marie Karam, tengo sesenta y tres años, soy salesiano desde 2013 y sacerdote desde 2021. Mi actual Inspectoría es África Oriental, y he sido misionero durante dos años en Sudán, aunque, debido a la guerra, ahora nos hemos marchado a Sudán del Sur.
¿Qué te impulsó a tomar la decisión de ser misionero?
Mi elección de ser misionero es el resultado de un camino de cuidadoso discernimiento, realizado en el acompañamiento y la oración. Al mismo tiempo, puedo decir que la chispa la encendió el testimonio de una señora, madre de familia, que, cuando yo aún estaba en la fase de noviciado, nos contó su experiencia misionera en Brasil. Su manera de contarnos lo que había vivido me llegó al corazón.
¿Estás contento con el lugar al que vas? ¿Tienes miedos o preocupaciones sobre el nuevo lugar, la cultura y la gente?
Sí, estoy contento. A medida que maduraba mis decisiones y rezaba por la vocación misionera, sentía surgir en mí la felicidad. Por supuesto, esto no impidió que surgieran algunas perplejidades, pero cuando llegas a tu destino y tomas posesión de tu nueva tierra, en ese momento te sientes lleno de la gracia de Dios y sientes que puedes superar todas las dificultades.
¿Cómo reaccionaron sus familiares, amigos y hermanos cuando les hablaste de tu vocación misionera?
Debo decir que todos, familia, amigos y hermanos me apoyaron y animaron en esta elección.
¿Cuáles son tus planes y sueños para tu vida misionera?
Mi sueño es simplemente llevar y compartir el Evangelio del Señor con el estilo y carisma salesiano, poder salvar mi alma junto a todas las personas que el Señor me permita encontrar.
¿Tienes en mente algún modelo de gran misionero cuyo estilo y vida quieras seguir?
No sé si existe un modelo de gran misionero... Porque cada misionero tiene sus propias características, pero todos seguimos el camino del Buen Pastor, que es Cristo.
¿Cuál es tu mensaje a los jóvenes sobre la opción y la vocación misionera?
A todos los jóvenes, religiosos y no religiosos, que quieran hacer una experiencia misionera, quiero decirles que no lo duden, porque esta experiencia te transforma completamente como persona, cambiando todos los esquemas de tu mente y de tu corazón, y te da la gracia de dar un nombre a los valores de la vida.