"Esta campaña nació para dar continuidad al pensamiento del Santo Padre y también para dar respuesta a los desafíos que enfrentamos hoy", explica el salesiano.
La situación social que el Sínodo señaló es muy grave. Se calcula que 8 de cada 10 pensionados viven por debajo de la línea de pobreza y se teme que la mayoría de los habitantes estén destinados solamente a la supervivencia ... "No sólo 8 de cada 10 pensionados, sino una cuarta parte de la población de Ucrania -según las estadísticas gubernamentales- ahora está por debajo de la línea de pobreza”.
Considerando todas las dificultades por las que atraviesa la gente, ¿cómo cree que pueden contribuir los ciudadanos? ¿A quién va dirigida la campaña?
En primer lugar a todas las parroquias, porque siendo la iniciativa de Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, puede pedir directamente colaboración a esta parte del pueblo. Sin embargo, también está dirigido a todas las personas de buena voluntad. Además puedo dar testimonio de que el 15 de noviembre en la primera colecta, han donado también personas que no pertenecen a la Iglesia greco-católica o que incluso se declaran no creyentes. Son los amigos de la Obra Salesiana, que de alguna manera conocen nuestro servicio, son los padres de los niños, o son papás de la escuela cercana a nuestra casa salesiana, con quienes tenemos relaciones amistosas, que al escuchar este llamado quisieron participar, sabiendo que la Iglesia garantiza la llegada de la ayuda a las personas que realmente lo necesitan.
Ciertamente no es la primera iniciativa de la Iglesia católica-griega a favor de la población ...
Debemos decir que la Iglesia greco-católica siempre ha estado activa en el campo social. Se ha hecho mucho para sensibilizar a la gente de manera que preste atención a los pobres, con iniciativas hermosas e interesantes. Incluso ahora, la sensibilidad social permite dar ayuda a muchas personas, a todos los ciudadanos ucranianos, incluso si no se presentan como fieles. Un ejemplo es en la región central de Ucrania, pero más aún en el este del país, en zonas donde hay guerra, donde la Cáritas da apoyo a todas las personas que viven en este momento de dificultad, de gran prueba.
Estas son cosas importantes: realmente hay personas necesitadas y es fundamental entender que incluso con pequeñas donaciones, con poner lo poco que podamos para apoyar al otro, la vida en general está garantizada.
