"Queremos celebrar en la fe la vida de nuestro queridísimo Don Giuseppe", dijo el Rector Mayor en la apertura de la misa, antes de recordar algunos de sus rasgos: "La belleza de su personalidad, su simpatía, su profundidad y su humildad como verdadero Hijo de Don Bosco".
A continuación, se hizo un resumen de la trayectoria vital y salesiana del P. Nicolussi, que sirvió a la Congregación en muchos servicios y lugares diferentes; por mencionar los destinos más relevantes: fue Inspector de Chile (1978-1984), trabajó en la redacción de la nueva Ratio, luego fue Superior de la Visitaduría "María Sede della Sapienza" de la Universidad Pontificia Salesiana (UPS) de Roma (2002-2008), así como Consejero General para la Formación durante dos mandatos (1990-2002) y finalmente Director de la Casa Generalicia Salesiana de Roma (2008-2015).
En la homilía de la misa -concelebrada, entre otros, por el P. Ivo Coelho, Consejero General para la Formación, el P. Pascuál Chávez Villanueva, Rector Mayor Emérito, y el P. María Arokiam Kanaga, Superior de la Visitaduría de la UPS- el Rector Mayor recordó al difunto salesiano como "un gran creyente, un gran sacerdote salesiano, un excepcional Hijo de Don Bosco, un gran hombre de la Congregación". Mencionó cómo su pasión por los estudios y la formación nunca estuvo separada del amor típicamente salesiano por los pobres. Invitó a todos los presentes a superar el dolor humano por la separación de su querido hermano con la luz de la fe en Jesucristo que venció la muerte. Para ello citó también el artículo 54 de las Constituciones Salesianas, que dice: "Para el salesiano, la muerte está iluminada por la esperanza de entrar en la alegría de su Señor. Y cuando ocurre que un salesiano muere trabajando por las almas, la Congregación ha conseguido un gran triunfo".
Al final de la celebración, el P. Chávez Villanueva también ofreció un emotivo recuerdo del P. Nicolussi, con quien había trabajado durante muchos años. Recordó cinco rasgos particulares: humildad, estar siempre al servicio de la Congregación y del prójimo, dedicación a las tareas encomendadas, inteligencia y fraternidad.
El momento del recuerdo continuó, dado el gran número de mensajes y reflexiones que muchas personas de todo el mundo quisieron rendir a don Nicolussi. Tras el homenaje de su sobrino Guido Callegari, se leyó la carta enviada por la Madre Yvonne Reungoat, Madre General de las Hijas de María Auxiliadora, que en estos momentos asiste al XXIV Capítulo General del Instituto; y el P. Coelho, finalmente, enumeró las cartas recibidas de cardenales, arzobispos y obispos e inspectores salesianos de todo el mundo que testimoniaban su profundo agradecimiento al P. Nicolussi.
En la página de Facebook de ANS es posible volver a ver la emotiva ceremonia y leer muchos comentarios emotivos y sinceros de quienes tuvieron la suerte de conocer a este auténtico Hijo de Don Bosco.
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