Posteriormente, amplía la casa anexa al Oratorio transformándola en un instituto educativo para estudiantes y artesanos: en 1853 levanta la primera parte de un nuevo edificio que completa en 1856. Allí abre talleres y escuelas de gramática. El número de alumnos crece enormemente, especialmente después de la compra de la cercana casa Filippi (1860), que permite una ampliación edilicia adicional.
En abril de 1859, mientras Piamonte y Francia se preparaban para la guerra contra Austria, llegó al Oratorio una inspección del Ministerio de Guerra para destinar el edificio a cuartel de oficiales del ejército o a hospital militar.
Además, por un descuido, dos clérigos del Oratorio no figuraban entre los exentos del servicio militar.
Afortunadamente, como también se relata en las Memorias Biográficas (vol. 6), Don Bosco logró impedirlo.