Como se informó en un artículo de Misiones Salesianas, los misioneros salesianos de todo el mundo están en la primera línea en el campo de la educación, y más de 2.300.000 niños y jóvenes reciben instrucción y encuentran protección y seguridad en uno de los casi 4800 centros educativos salesianos, a veces en situaciones difíciles, como en los conflictos armados o en los campos para refugiados o desplazados.
Además, según los datos de la UNESCO, al menos uno de cada siete jóvenes y adultos no posee las competencias básicas de alfabetización, y más de 258 millones de niños y jóvenes no tienen acceso a la educación.
El 25% de los niños del mundo vive en países afectados por alguna crisis humanitaria, como Siria, Afganistán, República Democrática del Congo, Ucrania, Etiopía, Haití, Sudán o Palestina. En estas circunstancias, las escuelas no solo cumplen con su función de enseñar habilidades y competencias, sino que también son lugares donde los niños pueden sentirse seguros, jugar, interactuar con otros niños y compartir.
La Agenda de Desarrollo 2030 se centra, como Cuarto Objetivo, en la educación de calidad. El Objetivo de Desarrollo Sostenible (SDG) 4 define los objetivos educativos para los próximos años: universalidad, desarrollo preescolar, logro de competencias, igualdad de acceso, alfabetización de los jóvenes, educación en el cuidado del planeta y desarrollo sostenible.