Entre 1845 y 1855, Don Bosco la visitaba regularmente.
En la Cuaresma de 1855, Don Bosco ofreció para estos jóvenes un detallado curso de catecismo, luego incluso tres días de Ejercicios Espirituales, y quedó tan impresionado por su buena voluntad que decidió organizar una excursión para los chicos hasta Stupinigi. Obtenidos los permisos, llevó a doscientos doce hasta Stupinigi, brindándoles un día de libertad antes de regresar a La Generala.
Hoy en día, La Generala existe como institución penitenciaria juvenil bajo el nombre de: "Instituto Penal de Menores Ferrante Aporti".