Entre las películas más antiguas sobre la vida de san Juan Bosco se encuentra la obra de Goffredo Alessandrini, de 1935, titulada Don Bosco. Interpretada por Gian Paolo Rosmino, Maria Vincenza Stiffi, Roberto Pasetti, Ferdinando Mayer, Vittorio Vaser y Felice Minotti, la película narra la vida de Don Bosco, desde su nacimiento hasta su canonización en 1934. Recorre la creación del oratorio, los diversos enfrentamientos con el vecindario y las autoridades locales, el inicio de las escuelas profesionales y agrícolas, la fundación de la Congregación Salesiana, hasta su muerte en 1888.
Años después, en 1987, se estrenó Giovanni il ragazzo del sogno, distribuida por la editorial salesiana Elledici e interpretada por Luigi Rosa, Michela Zio, Michele di Mauro y Paolo Bramante, bajo la dirección del director Giuseppe Rolando. La película se centra en la vida del joven Juan Bosco: su infancia campesina en la casa de I Becchi, sus estudios en Chieri, los diversos trabajos que realizó para mantenerse y su ingreso en el Seminario de Turín, bajo la guía del padre Cafasso. En su momento, la fotografía fue particularmente apreciada, ya que retrata la Chieri de la primera mitad del siglo XIX (entonces un pueblo de nueve mil habitantes, a medio camino entre la tradición agrícola y el desarrollo de la industria, especialmente textil) y el campo circundante.
Un año después, en 1988, se estrenó Don Bosco, del director Leandro Castellani, con los actores Ben Gazzara, Patsy Kensit, Piera Degli Esposti y Philippe Leroy. En esta versión, vemos a un Don Bosco anciano que recuerda su infancia. Se recorren todas las acciones que realizó para hacer realidad su mayor sueño: dedicarse completamente a los jóvenes. La película muestra cómo Don Bosco, con la ayuda del padre Borel y otros sacerdotes, comienza a poner los primeros cimientos de lo que luego se convertiría en la comunidad de los salesianos, acogiendo en el oratorio a todos los jóvenes de Turín. A pesar de sus buenas intenciones, se enfrenta a numerosas dificultades impuestas por los políticos de la época y los insurrectos, pero Don Bosco siempre logra salir adelante. Se dirige entonces al papa Pío IX y, años después, al papa León XIII para buscar apoyo para su comunidad, que mientras tanto ha crecido enormemente y cuenta con muchos seguidores. En la escena final, Don Bosco agradece con una oración a la Virgen María, a quien considera la fuente de su obra de caridad, y luego muere.
Muy apreciada fue también la miniserie de Raiuno Don Bosco, de 2004, dirigida por Lodovico Gasparini e interpretada por Flavio Insinna, Lina Sastri, Daniel Tschirley, Lewis Crutch y Charles Dance. Narrada en forma de flashback, cuenta la historia de una vocación vivida con alegría y optimismo, a pesar de las dificultades que marcaron el camino de Don Bosco. Siempre decidido a salvar a la juventud marginada de Turín, Don Bosco sufrió el rechazo de las jerarquías eclesiásticas. La serie muestra cómo el arzobispo Lorenzo Fassati le impuso a Don Bosco la disolución de la Congregación Salesiana, fundada por él, siguiendo el consejo del vicario Clementi, quien, arrepentido y en su lecho de muerte, le hace esta recomendación. La noticia sume en la desesperación al sacerdote, quien ya se encontraba enfermo, hasta casi llevarlo a la muerte. Al recuperarse, Don Bosco presenta sus disculpas oficiales a Fassati, enseñando a sus jóvenes el valor de la humildad. Finalmente, el papa aprueba definitivamente la Congregación Salesiana.
Por último, en 2012 se estrenó Maìn - La casa della felicità, dirigida por Simone Spada y protagonizada por Gaia Insenga y Paolo Civati. Centrada principalmente en la biografía de Madre Mazzarello, la película dedica un amplio espacio al encuentro con Don Bosco en 1864, que llevó a Maìn a fundar el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora.