“Permaneced libres y fieles a vuestros valores, es lo que les gusta a las familias musulmanas”. El profesor Sayadi ha estado muy directo en su discurso, delineando los tres valores fundamentales que emergen de la enseñanza en las escuelas católicas de Túnez y de Europa: la libertad, la igualdad para todos y la apertura a la diversidad. Valores que hay que conservar.
“Las escuelas católicas no deberían minusvalorar su papel en la formación de la democracia y de la libertad de conciencia”, ha recordado el profesor Sayadi, subrayando cómo estas deben favorecer la transmisión de los valores democráticos, de la misma dignidad entre hombre y mujer y de la diversidad (de religión, cultura, historia, como oportunidades).
“¡Las escuelas católicas deben seguir siendo ellas mismas! No deberían buscar la manera de seducir. Los padres musulmanes confían sus hijos a las escuelas católicas para que encuentren en los valores cristianos valores universales. La escuela católica no debería encerrar al niño musulmán en su religión, sino abrirlo a valores universales”, así se ha dicho en este encuentro; y sobre la celebración de las fiestas cristianas: “Es necesario compartir estos momentos de fiesta con los jóvenes musulmanes. ¡Continuad siendo lo que sois! Celebrad vuestras fiestas, ellos serán bienvenidos”.
La presencia musulmana en las escuelas católicas no es ningún problema ya que la escuela debería ser una fragua en la que se forma a los jóvenes: al debate; a tener una mente crítica; a la capacidad de razonar; a la libertad de espíritu. La escuela católica es el lugar por excelencia en el que pueden coexistir sin prejuicio alguno todas las religiones: se trata de una escuela que ama a los jóvenes, también a los que prescinden de la religión.
Fuente : Don Bosco Aujourd’hui