Fue una ocasión única para los animadores de Menzel Bourguiba, La Marsa, La Manouba y Túnez de encontrarse, fortalecer sus lazos y profundizar su compromiso de amistad. Los participantes fueron más de noventa, que llegaron con entusiasmo y grandes expectativas para esta jornada de compartir.
La jornada comenzó con un momento de convivencia, preparado con esmero por los organizadores de Menzel Bourguiba para acoger a sus invitados. El ambiente pronto se animó con bailes y presentaciones coreográficas dirigidas por el grupo Menzel Bourguiba Bosco Youth (MBY), momentos festivos que ayudaron a romper el hielo y disipar cualquier timidez.
La mañana continuó con juegos interactivos para conocerse mejor, que dieron paso a intercambios sinceros y enriquecedores. El núcleo de la jornada estuvo dedicado a un momento de formación en torno a un tema esencial: “Esperanza: ¿cómo podemos contribuir?”. Divididos en grupos, los participantes compartieron sus ideas, reflexiones y experiencias. “Fue increíble ver a todos involucrados con tanto entusiasmo. Cada uno aportó una perspectiva única y todos escucharon con empatía y mente abierta. Había un profundo respeto por las ideas de todos, lo que dio lugar a intercambios estimulantes y constructivos”, comentó uno de los animadores participantes.
Otro momento destacado de la jornada llegó poco después, con las presentaciones de baile preparadas por cada grupo. La confianza, la alegría y el sentido de pertenencia eran palpables. Cada uno se sintió libre de expresar su talento, entre los aplausos y el aliento de los demás. Al final del día, se tomó la tradicional foto de grupo, que inmortalizó la energía, la unidad y la fraternidad que caracterizaron el evento. Las despedidas estuvieron llenas de emoción, entre la alegría de haber vivido esta jornada y la tristeza por la separación. Pero todos se fueron con la sensación de haber vivido una experiencia inolvidable y con el deseo de reencontrarse pronto.
Más que un simple encuentro, la Jornada de la Juventud Salesiana fue un verdadero catalizador de inspiración. Los intercambios, las ideas compartidas y los compromisos asumidos seguirán guiando a cada participante en su camino personal y en el de los jóvenes en su conjunto. “El entusiasmo y la determinación demostrados a lo largo de todo el encuentro muestran que juntos somos capaces de construir un futuro en el que la fe y la esperanza no sean solo palabras, sino una realidad. Mientras esperamos volver a encontrarnos, que el espíritu de esta jornada continúe inspirándonos a todos”, concluyó otro animador presente en Menzel Bourguiba.
Fuente: Don Bosco Aujourd’hui
