La isla cuenta con un rico patrimonio cultural y un fuerte sentido de solidaridad comunitaria. El 83%  de sus 378.561 habitantes es católico, atendido por cuarenta y dos parroquias. Sin embargo, muchas familias son monoparentales. Un tercio de la población tiene menos de veinte años. No obstante, el 20% de los jóvenes abandona la escuela sin ninguna calificación, y el índice de absentismo en Guadalupe es el más alto de todos los departamentos franceses, lo que también resulta en un alto nivel de analfabetismo juvenil. El 20% de los jóvenes entre los dieciséis y los veinticinco años está desempleado. El 40% de los jóvenes abandona Guadalupe para estudiar o trabajar, principalmente en Francia o Canadá.

El obispo local, monseñor Jean-Yves Riocreux, hace algunos años invitó  a los salesianos a servir a los jóvenes en dificultad. Había conocido a los salesianos años atrás, cuando era obispo de la diócesis de Pontoise, en Francia, que alberga la comunidad salesiana de Argenteuil. En respuesta a su invitación, en 2020, la Inspectoría Salesiana “San Francisco de Sales” de Francia-Bélgica Sur (FRB) envió al padre Christian Tshala y al padre Pierre Gernez, junto con un laico, Arthur Massiet du Biest, de la Association Valdocco.

El obispo confió a los salesianos la parroquia “San Lucas” en Braimbridge, cerca de Les Abymes, la segunda ciudad más grande de la isla. Hoy en día, la parroquia cuenta con una animada pastoral juvenil llamada “ADBG” (Les Amis de Don Bosco Gwada), y el complejo parroquial también alberga “Lakou Bosco”, un centro socioeducativo para jóvenes en dificultad, basado en el modelo de la Association Valdocco, actualmente presente en nueve barrios sensibles de las áreas metropolitanas francesas.

Durante su visita, el consejero general se reunió con los jóvenes y los laicos que colaboran en la misión salesiana, y presidió las misas dominicales de la parroquia. “El diálogo con las madres que acuden a ‘Lakou Bosco’ y con los animadores de la catequesis parroquial me abrió los ojos. Es tan reconfortante escuchar de ellas cómo ya se han identificado con el carisma de Don Bosco en apenas cuatro años de presencia salesiana. De hecho, las actividades socioeducativas de ‘Lakou Bosco’ son un verdadero Primer Anuncio”, explicó el padre Maravilla. “En este sentido, sus actividades complementan la misión evangelizadora de la parroquia”.

Durante el diálogo con los jóvenes que se preparan para la confirmación, un chico le preguntó al padre Maravilla por qué había venido a Guadalupe desde un país tan lejano. “Quizá muchos en el mundo salesiano no saben dónde se encuentra la isla de Guadalupe. Es como si estuviera en la ‘periferia’ geográfica. Pero las periferias están en el centro del corazón misionero de la Congregación salesiana”, respondió.

Antes de partir, felicitó a la comunidad salesiana y a los colaboradores laicos por las iniciativas emprendidas para arraigar el carisma de Don Bosco en la isla. “Abrir una presencia en Guadalupe fue un acto valiente por parte de la Inspectoría FRB. Pero gracias a esto, ahora experimentamos de nuevo la frescura y la vitalidad del carisma de Don Bosco”, concluyó.

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