Cuatro horas y un mundo que cambia. Hasta las 12:25 del 11 de septiembre, el Papa aún estaba en Dili disfrutando de un largo encuentro con los jóvenes y de ese baño de multitudes en las calles soleadas que caracterizaron su estancia en la capital de Timor-Leste. A partir de las 14:52 (hora local), el Pontífice se encontraba en Singapur, donde aterrizó a bordo de un Airbus A320, de Aereo Dili, bajo un cielo nublado y una fuerte lluvia. Un clima, no solo meteorológico, totalmente distinto al de la etapa anterior en Timor, en esta futurística ciudad-estado de aproximadamente seis millones de habitantes, centro de comercio y desarrollo económico y tecnológico, pero también escenario de profundos contrastes sociales.

La llegada del Papa a Singapur 

No hubo multitudes, como era previsible, en una tierra donde gran parte de la población es de etnia china (alrededor del 77%), con una mayoría de fe budista. Pocos carteles en las amplias avenidas asfaltadas de la ciudad, flanqueadas por rascacielos y pantallas gigantes; sin embargo, dos grupos se hicieron presentes en el aeropuerto, con camisetas amarillas, gorras, banderas de ambos países y pancartas que llevaban el lema de la visita: “Unity Hope”. Los presentes saludaron el paso del Pontífice en un carrito de golf blanco, mostrando carteles con mensajes como “Welcome in Singapore” o “Peace, Paz, Pace”.

La bienvenida en el aeropuerto 

En el aeropuerto se llevó a cabo la ceremonia de bienvenida. Al pie del avión, como estaba previsto, el Papa Francisco fue recibido por el Ministro de Cultura, Comunidad y Juventud, y el Embajador de Singapur ante la Santa Sede. Con ellos, el Pontífice sostuvo una breve conversación. En el vestíbulo del “Vip Complex” lo esperaba la delegación de obispos y cuatro niños, dos varones y dos niñas, vestidos de forma diversa, que ofrecieron flores al Papa y realizaron un baile.

Encuentro con los jesuitas 

Ayer, el Papa Francisco, tras el intenso recorrido de los últimos días, incluida la misa con 650.000 fieles en la explanada de Taci Tolut en Dili, estuvo dedicado al descanso. El único evento programado fue en la tarde, a las 18:15, un encuentro en privado con los miembros de la Compañía de Jesús presentes en el país.

Última etapa del viaje apostólico 

Singapur es la última etapa del 45° viaje apostólico de Francisco, el más largo de su pontificado, iniciado el 2 de septiembre y que está próximo a concluir el viernes 13. Un viaje que ya ha visto al Papa como peregrino en Indonesia, tierra de mayoría musulmana, que ofreció una acogida generosa al Pontífice; luego en Papúa Nueva Guinea, entre danzas y cantos tribales, con una parada también en los confines de la selva en la pequeña ciudad de Vanimo para visitar la obra de los misioneros argentinos; y finalmente en Timor-Leste, donde el calor de la gente que esperaba al Papa, casi treinta años después de la visita de Juan Pablo II, fue intenso y conmovedor.

Los eventos de hoy 

En cuanto al programa, el segundo día del Papa en Singapur, el jueves 12 de septiembre, comenzó con la ceremonia de bienvenida en la Parliament House, con la recepción del presidente Tharman Shanmugaratnam, seguida por la visita de cortesía al jefe de Estado y posteriormente al primer ministro, Wong Shyun Tsai. En esa ocasión, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Singapur anunció el descubrimiento de una nueva especie híbrida de orquídea, a la cual se le dio el nombre de “Papa Francisco”. 

Inmediatamente después, en el Teatro del Centro Cultural Universitario de la National University of Singapore, tuvo lugar el encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático, durante el cual el Papa pronunció su primer discurso. Los demás eventos del día incluyeron una visita privada al ex primer ministro Lee Hsien Loong en el “St. Francis Xavier Retreat Centre”. Para cerrar la jornada, se celebró la misa en el Estadio Nacional y la memoria del Santísimo Nombre de María.

Salvatore Cernuzio

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