A la celebración asistieron, además de los salesianos, indígenas de las etnias Boe-Bororo y Xavante, en representación de las poblaciones originarias de Mato Grosso servidas por los Salesianos.
A primera hora de la mañana se celebró una Eucaristía conmemorativa, presidida por el Padre João Bosco Monteiro Maciel, quien, valiéndose del libro escrito por el difunto padre Giuseppe Corazza, también relató un poco la historia del lugar, citando los nombres de algunos de los primeros pioneros salesianos que fundaron la misión de Don Bosco en Mato Grosso.
Posteriormente, toda la asamblea allí reunida elevó una oración por todos aquellos que a lo largo de estos ciento treinta años han entregado su vida por la causa de la evangelización, tanto salesianos como laicos, y por todos los colaboradores que han apoyado la Misión encomendada por San Juan Bosco a sus hijos.
Después de la Misa, el grupo se dirigió al antiguo camposanto de Tachos, donde están enterrados los fundadores de la misión: los salesianos Hermano Pedro Bertolino (fallecido el 25 de marzo de 1905), Hermano Antonio Baldi (fallecido el 19 de octubre de 1911), Padre Giuseppe Pessina (fallecido el 19 de abril de 1916), Hermano Domenico Montanari (fallecido el 1 de agosto de 1921), Padre Manuel da Fonseca (fallecido el 28 de abril de 1924) y el jefe indígena de los Boe-Bororo, Uke Wagúu.
En su sufragio, todos recitaron juntos un Ave María, como signo de gratitud por el sudor y la sangre derramada en las tierras de misión.
Hoy, la Inspectoría salesiana BCG, conocida localmente también como "Misión Salesiana de Mato Grosso", opera en veintiún presencias salesianas en la región centro-occidental de Brasil, involucrando a ciento veintidós salesianos de Don Bosco e innumerables laicos de la Familia Salesiana. Su trabajo se concentra en instituciones educativas de diversos niveles, parroquias, obras sociales y, precisamente, en misiones indígenas.
Los salesianos llegaron a la región centro-occidental de Brasil el 18 de junio de 1894, cuando Monseñor Luigi Lasagna y cinco misioneros desembarcaron en Cuiabá. Iniciaron sus actividades en la parroquia de São Gonçalo do Porto y fundaron el instituto “São Gonçalo” en Cuiabá, ese mismo año. Tras la muerte repentina de Monseñor Lasagna, en 1895, le sucedió el Padre Antonio Malan, quien se convirtió en el primer Inspector de la Misión Salesiana de Mato Grosso.
Los salesianos luego fundaron sus institutos en Cuiabá y Corumbá, escuelas agrícolas y misiones entre los indígenas Bororo. Desde 1895, con la llegada de las Hijas de María Auxiliadora, los salesianos ampliaron su servicio entre los Bororo.
A lo largo de los años, la Misión Salesiana ha enfrentado muchos desafíos, como la pérdida de cuatro salesianos en actividades misioneras. En 1994, la Inspectoría salesiana celebró su centenario e inauguró la “Casa del Sueño” en Chapada dos Guimarães.
Las Obras Sociales Salesianas de la Inspectoría son un lugar que acoge y transforma la vida de niños y jóvenes en situaciones de vulnerabilidad. En cada una de ellas, los Hijos de Don Bosco ofrecen educación de calidad, asistencia social, formación humana y profesional, y buscan ayudar a estos jóvenes a construir un futuro digno.
Hoy, la presencia salesiana en Mato Grosso sigue siendo fuerte, con escuelas y universidades en Cuiabá, Cáceres, Campo Grande, Corumbá, Três Lagoas, Lins y Araçatuba. La misión sigue enfocada en la evangelización y la educación de los jóvenes, con un movimiento juvenil salesiano en expansión.
La Familia Salesiana está activa en llevar adelante y difundir la misión de San Juan Bosco en favor de los jóvenes más necesitados, y sigue generando vocaciones a la vida religiosa, salesiana y sacerdotal, con una nueva generación de salesianos formada por el trabajo vocacional realizado en la región.
Desde hace ciento treinta años, los salesianos dedican su celo misionero a la región centro-occidental de Brasil, evangelizando y educando a los jóvenes. Su presencia en las escuelas y comunidades ha dejado un legado duradero que sigue transformando vidas y moldeando el futuro de la región.
La historia de los Salesianos en la región centro-occidental es una historia de fe, educación y compromiso con los jóvenes.
Euclides Fernandes
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