En el Estado brasileño de Mato Grosso viven cuarenta y siete pueblos indígenas con aproximadamente 26.500 habitantes. Las etnias originarias de Mato Grosso han vivido por más de un siglo en un contexto de lucha por la conservación de sus territorios, cuya biodiversidad está cada vez más amenazada por la agricultura intensiva y el uso indiscriminado de pesticidas, así como por la extracción de diversos recursos naturales por parte de terratenientes, ganaderos y mineros. Estas invasiones comprometen el acceso a recursos fundamentales como alimentación, salud y educación. Los pueblos indígenas practican la agricultura de subsistencia, la caza, la pesca y el artesanado.
Creado en 1972, cuando la dictadura militar brasileña veía la asimilación de las minorías étnicas en la sociedad mayoritaria como la única perspectiva respecto a la cuestión indígena, el Consejo Indigenista Misionero (CIMI) es una organización vinculada a la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil que desde sus inicios ha trabajado en la sensibilización sobre los derechos, promoviendo grandes asambleas con los pueblos originarios donde se delinearon los primeros pasos hacia la garantía del derecho a la diversidad cultural.
Los salesianos están presentes en Mato Grosso desde finales del siglo XIX y han estado activos en CIMI desde su fundación. Desde 2022, gestionan un valioso proyecto destinado a fortalecer los procesos de autonomía de los pueblos indígenas, apoyando sus derechos originales sobre el territorio, la identidad, la sostenibilidad económica, la educación, la salud y sus formas de organización, en plena adhesión a las directrices del CIMI.
El proyecto está diseñado para beneficiar directamente a ochenta líderes (hombres y mujeres) y 5.870 personas pertenecientes a diez comunidades indígenas asentadas en el corazón de Mato Grosso (Bororo, Kayabi, Apiaká, Munduruku, Xavante, Chiquitano, Rikbaktsa, Nambikwara, Myky y Enawenê-Nawê). Estructurado en diversas actividades de formación, sensibilización y valorización, el proyecto involucra a todos los miembros de estas diez comunidades, desde los jefes de aldea hasta la población en general. La iniciativa busca mejorar la participación y el ejercicio de los derechos de las poblaciones indígenas, fortaleciendo el tejido social y económico de estas comunidades para la preservación de su patrimonio natural y cultural.
Los pueblos indígenas enfrentan prejuicios y discriminación, y necesitan asistencia para el reconocimiento de sus derechos. El creciente número de profesionales indígenas y el fortalecimiento del Movimiento Indígena representan recursos potenciales para la defensa de estos derechos.
Por eso, los salesianos nunca se cansan de estar al lado de los pueblos indígenas y trabajar por su pleno reconocimiento y emancipación.
Para más información, visitar el sitio: www.missionidonbosco.org