En total, más de doscientos sueños provenientes de todo el mundo salesiano embellecen las páginas de este “tesoro” que ha tomado la forma de un “Coffee Table Book”, un libro para hojear y apreciar. Es como si estas historias inspiradoras fueran diamantes por descubrir.
Entre los muchos sueños, los jóvenes han expresado algunos como: ser realmente escuchados y comprendidos en sus expectativas de vida, en su manera de ver el mundo y de moverse en él; experimentar un Dios cercano, realmente encarnado y vivo en las situaciones humanas; sentirse aceptados por la Iglesia y por las presencias salesianas tal como son, sin tener que forzar sus maneras de ser en estereotipos; seguir su propia vocación, los caminos para descubrirla y su fe en lo esencial; construir su propio proyecto profesional, a pesar de las incertidumbres y las preguntas de las transformaciones sociales, políticas y tecnológicas; la confianza en el esfuerzo personal y en el apoyo de la familia como condiciones fundamentales para mejorar su vida y acercarse a la edad adulta; ser adultos de referencia, apasionados, claros, determinados con su propia vida y guías en su proceso; valorar el contexto en el que viven con acciones concretas, a través de formulaciones nobles como “ser capaces de ayudar a los demás”.
Las fotografías acompañan los sueños y es emocionante ver los rostros de los jóvenes, sus sonrisas, sus expresiones y también las señales que algunos de ellos llevan en la foto. “Los sueños de nuestros jóvenes han sido dibujados entre las paredes de casa, dentro de la familia, dibujados en la mesa de su cotidianidad. Son sueños maravillosos que anuncian un mundo más bello y más humano. Hagamos nuestros los sueños de los jóvenes y tendremos un mundo que huele a una verdadera primavera”, afirma el Padre Joebeth Vivo, miembro del Sector para la Pastoral Juvenil de los Salesianos de Don Bosco.
“Los jóvenes corren entre las calles de sus sueños, persiguen certezas que a menudo el mundo de los adultos no ha sabido proponer. Sin embargo, los jóvenes están aquí: valientes y listos. Sueños, proyectos, empresas, programas y aventuras: ¡son cosas hermosas, importantes, preciosas como diamantes!”, expresa Antonella Sinagoga.
El Padre García Morcuende concluye: “El sueño es una categoría antropológica y existencial que nos permite hoy encontrar interés por la existencia, cercanía al otro y coraje para emprender la ardua tarea de construir un mundo mejor. Nuestros jóvenes han expresado la necesidad de alguien que les invite a mirar más allá de la ventana de su dormitorio o de sus aulas, a ponerse de pie y atarse los zapatos. Hemos dejado de hacer historia porque hemos dejado de soñar”.
Preciosos son los prólogos del Rector Mayor, Cardenal Ángel Fernández Artime, y de la Madre General de las Hijas de María Auxiliadora, Madre Chiara Cazzuola, así como la introducción del Consejero General para la Pastoral Juvenil, Padre García Morcuende.
El volumen también se producirá en versión impresa, pero ya es posible admirarlo en la versión digital accesible aquí.