La Familia Salesiana en este país está formada por los Salesianos de Don Bosco, las Hijas de María Auxiliadora, los Salesianos Cooperadores, la Asociación de María Auxiliadora, los Antiguos Alumnos/as de Don Bosco, las Antiguas alumnas/os de las Hijas de Maria Auxiliadora, y el Instituto de las Voluntarias de Don Bosco. Se destacan la Asociación de los Antiguos alumnos, muy presente y comprometida en un país que cuenta con millares de ellos, y la Asociación de María Auxiliadora. Todos los grupos se sienten unidos por una profunda comunión, por la espiritualidad salesiana y por su compromiso en favor de los jóvenes del país.

Durante la visita el Padre Joan Lluís y el Hermano Domenico se encontraron con representantes de cada uno de los Grupos en Dili, en Los Palos, en Baucau, y los miembros de la Consulta Inspectorial de la Familia Salesiana, junto a otros miembros de la zona de Dili. Han visitado también las comunidades HMA de Laga y Dili, el Colegio María Regina Gutierres promovido por un antiguo alumno y el Instituto Superior CRISTAL, una institución universitaria promovida por la Fundación Cristal, creada por los Antiguos Alumnos que acoge unos cinco mil alumnos en distintas especialidades pedagógicas y técnicas. 

Han sido días intensos para los integrantes de la Familia Salesiana. Así lo ha expresado el Padre Joan Lluís al finalizar la visita: “La acogida ha sido extraordinaria. Llegar al Timor salesiano ha sido como entrar y sentirse en todo momento en la propia casa. La comunicación ha transparentado en todo momento los valores de familia. Hemos podido conectar con preciosas realidades educativas que hablan del serio compromiso con el que se animan las presencias. Hemos percibido el empuje de los Salesianos Cooperadores; la fuerza y el trabajo de los Antiguos alumnos y Antiguas alumnas de los centros de los Salesianos y de las Salesianas que hablan de su potencialidad y su capacidad de incidir en la dinámica social y eclesial del país; la capacidad de convocatoria de la Asociación de María Auxiliadora centrada en la devoción a María, en el culto a la Eucaristía y en la caridad para con los más necesitados; la realidad sencilla, pero viva del Instituto Secular de las Voluntarias de Don Bosco, y la alegría de los jóvenes que se preparan para profesar en la Congregación Salesiana así como la entrega al estudio y al apostolado de los posnovicios que se forman como educadores de los jóvenes” . 

“Y junto a todo ello, se ha puesto en evidencia la importancia de caminar unidos como Familia y tomar una renovada conciencia del don del carisma de Don Bosco para la Iglesia y la sociedad. Se trata de caminar unidos, según las características de cada uno de los grupos, de ayudarse a vivir la espiritualidad salesiana, y de saber enfocar desde una visión común los distintos centros de misión para responder a los nuevos retos que se plantean en el campo de la educación y de la evangelización de los jóvenes. No se trata de ‘hacer todo, todos’, sino de ‘hacer todo entre todos’. La energía nos viene de Dios con el carisma que ha suscitado en el corazón de Don Bosco. Las capacidades se desarrollan con la formación y la misión compartida. Es aquello de ‘reflexionar juntos”, ‘rezar juntos’, ‘proyectar juntos’, ‘trabajar juntos’. La unión hace la fuerza” concluyó el Padre Playà.

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