El Papa Francisco, en un telegrama firmado por el Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, se declaró entristecido por esta catástrofe natural y aseguró su "comunión orante" y su "profunda solidaridad" con "quienes están tocados en carne y corazón por esta tragedia". El Pontífice rezó por los fallecidos, por la curación de los heridos y por el consuelo de quienes "lloran la pérdida de sus seres queridos y de sus casas". También ayer, tras el rezo del Ángelus, el Papa Francisco reiteró su cercanía al "querido pueblo de Marruecos", deseando que "la ayuda concreta de todos pueda sostener a la población en este trágico momento". Estamos cerca del pueblo de Marruecos".
Desde las páginas de L'Osservatore Romano, el cardenal Cristóbal López, SDB, arzobispo de Rabat, informa de que ahora es el momento de la compasión y la solidaridad, hacia todas las familias afectadas por el terremoto, que han perdido a seres queridos o han visto sus casas destruidas. El Arzobispo hizo un llamamiento a todos los cristianos y personas de buena voluntad para que ayuden de la forma más adecuada. Dijo que la Cáritas parroquial de Marruecos se había reunido y que, en el curso de sus trabajos, se había hecho balance de la situación. "Un compromiso importante, aunque sea simbólico, porque somos una Iglesia pequeña".
Ayer, 9 de septiembre, el cardenal Cristóbal López estuvo en Marrakech para presidir la Eucaristía, celebrada en memoria de todas las víctimas.
La Iglesia católica marroquí, diócesis de Rabat, también respondió rápidamente, expresando en un comunicado su "compasión por todas las víctimas, especialmente por las familias en duelo o con miembros heridos. Nuestros pensamientos también están con aquellos que han perdido sus hogares y posesiones". En el mismo comunicado, también hicieron saber que las comunidades cristianas no sufrieron pérdidas personales, sólo daños materiales menores en los edificios de las iglesias de Marrakech y Ouarzazate.
"Que Dios nos ayude a sacar consecuencias positivas de este doloroso acontecimiento", concluye el comunicado, "transformando nuestros corazones en un corazón de misericordia, solidaridad y ternura hacia nuestros hermanos y hermanas en dificultad".