Tras la rica tarde de fiesta y diversión, la noche sirvió para concentrar los contenidos más importantes de la Fiesta, para ofrecer el momento de recogimiento más significativo, para permitir a todos los jóvenes un contacto directo y personal con Jesús Eucaristía.
En la apertura de la vigilia, los jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano portugués volvieron a cautivar a sus amigos de otros países con una evocadora representación del famoso sueño de las dos columnas de Don Bosco.
A continuación, el Padre Miguel Ángel García Morcuende, Consejero General para la Pastoral Juvenil Salesiana, introdujo el Santísimo Sacramento en el escenario central, acompañado por los cantos y oraciones de todos. Oraciones en varios idiomas, pistas para la reflexión, cantos y momentos de silencio, que marcaron este espacio, uno de los más emotivos de todo el día y, probablemente, de toda la Jornada Mundial de la Juventud para los jóvenes de la MJS internacional.
Después llegó el momento de las "buenas noches salesianas", esa tradición iniciada por Don Bosco y que continúa hoy en todas las casas salesianas, donde por la noche los jóvenes y los religiosos se reúnen un momento para dar gracias, rezar y acercarse a Dios.