Cuando el Padre y Centro de Unidad de la Familia Salesiana, Rector Mayor Padre Ángel Fernández Artime, y la Madre General de las Hijas de María Auxiliadora (HMA), Madre Chiara Cazzuola, llegaron al colegio salesiano de Estoril, donde tuvo lugar la celebración de la tarde, pudieron percibir inmediatamente la euforia de los cerca de 9.000 jóvenes salesianos de 78 países que asistían a la Jornada Mundial de la Juventud 2023 en Lisboa. Era como una lluvia de chicos y chicas que salieron a saludarles en señal de celebración. 

Los jóvenes salesianos llenaron la casa salesiana de Estoril con el típico ambiente de oratorio salesiano, con juegos, música y gran alegría. Hubo stands y pabellones en los que jóvenes de las más diversas nacionalidades pudieron presentar sus países, a través de pequeñas representaciones, juegos o espectáculos, así como un escenario central en el que tuvieron lugar los diversos momentos preparados por los organizadores del programa de la tarde. En varios momentos se entonaron diversos himnos y cantos salesianos, cada uno en su propia lengua, demostrando la universalidad del mensaje y del carisma salesiano en todo el mundo.

El SYM Day fue tanto una celebración festiva como un momento de profunda y auténtica espiritualidad salesiana. Hubo momentos en los que el silencio fue absoluto y otros en los que las diferentes lenguas habladas en la capilla salesiana de Estoril se alternaron rítmicamente en el rezo del Rosario Vocacional, un momento de comunión y devoción en el que los jóvenes presentes invocaron de Dios, por intercesión de María, el acompañamiento de las vocaciones para la Familia Salesiana y toda la Iglesia.

Toda la tarde transcurrió en medio de expresiones espontáneas de alegría y felicidad manifestadas por doquier por jóvenes de todos los países y continentes, y con el Rector Mayor de los Salesianos y la Madre General de las Hijas de María Auxiliadora que compartieron su alegría y entusiasmo de manera auténtica e inmediata, testimoniando una actitud de verdadera cercanía y armonía, encontrándose plenamente a gusto con ellos, y guiándolos y animándolos.

Al final de la tarde, los Salesianos de Estoril presentaron un espectáculo de danza y música sobre el sueño de los nueve años, escenificado de forma original y sencilla.

Después de la cena, servida por los numerosos voluntarios, los jóvenes se colocaron rápidamente en el patio para seguir la Vigilia de oración, que comenzó con el sueño de San Juan Bosco de los dos pilares. 

Los jóvenes rezaron por la paz en el mundo, por la unidad de la Iglesia, por la evangelización de otros jóvenes, por la construcción de un mundo mejor y por la salvación de todos. Además esperaban con ansias las palabras de aliento y de guía a lo largo del camino ofrecidas por la Madre Chiara Cazzuola y el Padre Ángel Fernández Artime en sus reflexiones para las tradicionales "buenas noches" salesianas. 

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