MENSAJE DEL RECTOR MAYOR
Estamos como en una fiesta de bodas, cada día, en el diario desarrollo de nuestras vidas, servicios y misiones. Somos también un entramado de culturas, raíces, historias y nos hace mucho bien celebrar nuestra fraternidad, amistad y comunión porque nos llena de esperanza hacia el futuro de este árbol que continúa dando muchos frutos de vida y santidad.
Quiero hablarles de una fiesta, de una Madre, de una necesidad y de un elemento simple pero esencial.