Indonesia es un país del sudeste asiático situado entre los océanos Índico y Pacífico. Es el estado archipiélago más grande del mundo, compuesto por más de 17.000 islas, muchas de las cuales aún están deshabitadas, mientras que las islas mayores –Java, Kalimantan (Borneo), Irian Jaya (Papúa), Sumatra y Sulawesi (Célebes)– albergan a la mayoría de la población.
Indonesia es un país étnicamente diverso, con alrededor de 1.300 grupos étnicos nativos distintos. El gobierno reconoce oficialmente solo seis confesiones religiosas: Islam, Protestantismo, Catolicismo, Hinduismo, Budismo y Confucianismo. De un total de aproximadamente 275 millones de habitantes, el 86.7% de la población es de fe musulmana (lo que lo convierte en el país con el mayor número de musulmanes en el mundo) y el 10.7% son cristianos (7.6% protestantes, 3.12% católicos). En términos absolutos, los católicos son alrededor de 8.3 millones, distribuidos en 39 diócesis.
Los salesianos llegaron a Yakarta, la capital de Indonesia, en 1985. Vivían en una pequeña casa alquilada que se encontraba justo frente a una mezquita. El difunto Padre José Carbonell Llopes fue el primer Director de esa casa. En ese momento, la presencia salesiana en Indonesia no estaba destinada a una obra específica, sino que constituía principalmente una base para la entrada de misioneros salesianos a Timor Oriental, que aún estaba bajo el control del gobierno indonesio.
Sin embargo, cuando los Hijos de Don Bosco se establecieron allí, comenzaron a recibir muchas solicitudes de intervención. El cercano Instituto Técnico “Strada”, dirigido por los Jesuitas, pidió a los Salesianos que celebraran una misa mensual y administraran el sacramento de la confesión a los estudiantes católicos. Fue así como, en ese período, comenzaron a crecer las vocaciones salesianas en el país.
Durante casi quince años, la atención de las obras salesianas y su desarrollo se concentraron en Timor Oriental. Solo en 1999, cuando el ejército indonesio abandonó Timor Oriental, los Salesianos comenzaron a desarrollar una obra pastoral salesiana en Indonesia, y de hecho, después de haber sido durante años una Delegación Inspectorial en la Visitaduría de Indonesia-Timor Oriental (ITM), en 2018 se constituyó como Visitaduría salesiana autónoma de Indonesia (INA), dedicada a San Luis Versiglia.
Hoy, la Visitaduría INA está compuesta por ocho casas salesianas, distribuidas en solo tres islas: Blitar, Purwodadi, Surabaya, Tigaraksa y los dos centros en la capital, Yakarta-Sunter y Yakarta Wisma, todos en la isla de Java; luego, la casa de Sumba, en la isla homónima; y finalmente, Labuan Bajo, en la isla de Flores, de población predominantemente católica, abierta en 2022 por iniciativa del X Sucesor de Don Bosco, hoy Cardenal Ángel Fernández Artime.
En cuanto al personal, la INA está hoy animada por 59 salesianos y ha enviado a varios de sus miembros como misioneros a diferentes países, como Ecuador, Brasil, Mongolia, Países Bajos, Paraguay y Papúa Nueva Guinea.
Uno de los rasgos distintivos de la misión salesiana en Indonesia es la Formación Profesional. Los centros salesianos ofrecen cursos de inglés, informática, mantenimiento de vehículos, mecánica, carpintería, soldadura, gestión de instalaciones eléctricas y otros cursos técnicos destinados a ayudar a los jóvenes a encontrar un acceso digno al mundo laboral. Estos centros también han desarrollado buenas colaboraciones con las industrias y empresas locales.
Los salesianos son conocidos por su trabajo al servicio de los jóvenes y por el Sistema Preventivo que proponen en las escuelas, en los Centros de Formación Profesional, en los internados y en todas sus actividades. “Donde quiera que vayamos, encontramos a muchos jóvenes, abandonados y pobres”, contaba al Boletín Salesiano el Padre Andre Delimarta, salesiano, en la época de su servicio en su patria (hoy es misionero en Malasia, NdR). “Estos jóvenes necesitan mucho no solo asistencia educativa y espiritual, sino también económica. Muchos de ellos provienen de familias pobres, de agricultores cuya subsistencia depende de las condiciones inestables de la naturaleza. Por ejemplo, los estudiantes de Sumba pagan la asistencia a los cursos escolares con semillas o animales: cabras, cerdos o pollos”.
La presencia de los salesianos en Indonesia, surgida en un entorno multirreligioso y de minoría cristiana, es ya de por sí una plena manifestación del objetivo de su presencia: el bien de los jóvenes, cualquiera sea la religión que profesen.
El futuro de los Hijos de Don Bosco en Indonesia hoy parece luminoso: los salesianos son apreciados por la gente y la Iglesia local, su trabajo es frecuentemente solicitado no solo para la formación técnica, sino también para la pastoral juvenil en las parroquias, para predicar retiros para jóvenes, organizar actividades y seminarios, sin mencionar a los numerosos Obispos que esperan que los Hijos de Don Bosco vayan a ayudar a los jóvenes de sus Diócesis a prepararse para el futuro.
Tampoco deben olvidarse, entre los factores alentadores, la baja edad media de los salesianos indonesios, y la presencia de la Familia Salesiana, que está creciendo lentamente y que ya cuenta con Salesianos Cooperadores, Hijas de María Auxiliadora, cientos de Exalumnos provenientes de diversos Centros de Formación Profesional y algunos miembros de la Asociación de María Auxiliadora.