RMG – Las casas de la “Virgen de Don Bosco” en el mundo: el Santuario de Matunga, cerca de Mumbai
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22 Mayo 2024

(ANS – Roma) – Para la tercera etapa entre los santuarios salesianos dedicados a María Auxiliadora se permanece en Asia: desde el Santuario Nacional de Parañaque, en Extremo Oriente de Filipinas, que fue ilustrado ayer, hoy se pasa a Asia meridional, específicamente a la India, donde se encuentra el santuario de Matunga, cerca de Mumbai, también conocido entre la gente local como el Santuario de la “Virgen de Don Bosco”.

El santuario de María Auxiliadora en Matunga es hoy un lugar que absolutamente debe visitarse para todos los devotos marianos que van a Mumbai, y tiene una historia de gran prestigio. El permiso para construirlo fue otorgado por el Consejo Municipal de Mumbai en 1955, pero la primera piedra ya había sido bendecida y colocada el año anterior, el 7 de diciembre de 1954, por el Cardenal Valerian Gracias.

Posteriormente, en el lapso de dos años, el colosal monumento estuvo listo, gracias al arduo trabajo de las personas involucradas, y el 5 de agosto de 1957, el Obispo Auxiliar de Mumbai, Monseñor Longinus Pereira, bendijo e inauguró el santuario.

El 28 de noviembre de 1964, el Santuario fue formalmente consagrado por el Arzobispo Monseñor Hubert D’Rosario junto con otros siete obispos, con motivo del inicio del 39° Congreso Eucarístico Internacional. Justo una semana después, el 4 de diciembre de 1964, el Papa Pablo VI lo visitó y bendijo la estatua de María Auxiliadora que todavía se utiliza durante la procesión anual.

Diseñado por dos arquitectos locales, Patkil y Dadarkar, el santuario de María Auxiliadora tiene una forma tradicional de cruz latina, con la cúpula principal sobre el santuario y las dos más pequeñas sobre la entrada que son referencias típicas a la arquitectura de las iglesias romanas. La fachada, en el estilo de las antiguas iglesias romanas, está marcada por un portal arqueado, lleno de un enorme mosaico que representa a Don Bosco con la Virgen, flanqueado a los lados por dos campanarios.

Todo el santuario tiene un exterior de granito de Malad, de color marrón dorado. Pero lo que llama la atención de inmediato es la estatua de María Auxiliadora, que mide cuatro metros y está enchapada en oro, que se alza majestuosamente en la cima de la cúpula principal. Llevarla hasta allí en 1957 fue en sí misma una empresa ingenieril encomiable. Fundida en Turín, la estatua puede verse desde kilómetros de distancia y aún hoy, con tantos rascacielos que sobresalen en la ciudad, sigue siendo un punto de referencia importante en el horizonte del área de Matunga-Wadala.

El interior de la iglesia está completamente revestido de mármol italiano importado en diferentes tonalidades, con vetas sorprendentemente simétricas. El arte natural en la simetría del mármol se intercala regularmente con el arte creado en forma de paneles rectangulares que representan las catorce estaciones del Vía Crucis.

Aún más interesantes, sin embargo, son los quince misterios tradicionales del Rosario y las cinco escenas de la vida de Don Bosco, inmortalizadas en los vitrales coloreados, que se encuentran sobre los paneles rectangulares de mosaico. Aún más impresionantes son los vitrales en la parte superior del altar principal, con motivos marianos, creados por el renombrado pintor italiano Pietro Flavio de Turín.

También notable es la cripta, que ningún peregrino deja de visitar. En la cripta, a lo largo de las paredes, se encuentran encerradas en pequeños crisoles dorados cientos de reliquias de santos antiguos y modernos, junto con cinco paneles de mosaico arqueados que representan varias escenas de la vida de Cristo y de Don Bosco. Su atmósfera tranquila y de oración la convierte en el lugar preferido de muchas parejas de recién casados que buscan un lugar tranquilo para unirse en matrimonio, en un espacio íntimo aunque espacioso (puede ubicar cómodamente a unas doscientas personas).

Para muchos católicos de Mumbai, el Santuario es un símbolo vivo de la fe y la espiritualidad cristiana. "Han mantenido vivo para nosotros un patrimonio invaluable", dicen muchos a los salesianos de la obra.

Pero el tesoro más grande son sin duda los numerosos fieles que acuden allí cada día para orar o participar en los sacramentos: jóvenes y ancianos, ricos y pobres, e incluso no cristianos acuden allí para pedir gracias, cumplir una promesa, hacer una ofrenda... o simplemente para estar en silencio, lejos del bullicio frenético de la ciudad. Y quizás los antiguos confesionarios sean hoy los mejores testigos del número de personas que han regresado a Dios gracias a los cuidados maternales de María Auxiliadora.

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