Según estimaciones del ACNUR, los desplazamientos forzosos en todo el mundo han alcanzado los 103 millones de personas: 53,2 millones de desplazados internos y 32,5 millones de refugiados. Más del 72% proceden de solo cinco países: Siria, Ucrania, Afganistán y Sudán del Sur. ACNUR prevé que la cifra aumente a 117,2 millones este año, contando desplazados forzosos y apátridas.
"Los salesianos están en primera línea de la crisis de los refugiados. Proporcionan apoyo y servicios a los refugiados y desplazados internos cuyas vidas se han visto afectadas por la guerra, la persecución, el hambre y los desastres naturales como inundaciones, sequías y terremotos", afirma el Padre Timothy Ploch, director en funciones de Salesian Missions, que añade: "Los programas salesianos proporcionan educación y formación técnica, desarrollo de la mano de obra, atención sanitaria y nutrición".
En el Día Mundial del Refugiado 2023, Salesian Missions se enorgullece de destacar los programas activos en todo el mundo que proporcionan educación y apoyo que cambian la vida de los refugiados y desplazados internos necesitados.
En la República Democrática del Congo, los Hijos de Don Bosco prosiguen su labor incluso mientras continúan los combates en el país. Nos llegan buenas noticias del Centro Médico "Don Bosco Ngangi" de Goma, donde una mujer ha dado a luz recientemente a trillizos, un niño y dos niñas. La mujer, llamada Ndibungo, de treinta y seis años, ha estado en "Don Bosco Ngangi" desde que fue desplazada en noviembre de 2022. Huyó de la aldea de Kibumba, en el territorio de Nyiragongo, al norte de Goma, con sus ocho hijos. Desde entonces se refugió en el centro y tuvo la suerte de poder contar con el Centro Médico que la asistió durante el embarazo y el parto. Creado inicialmente para atender a los jóvenes que vivían en "Don Bosco Ngangi", el Centro Médico empezó luego a prestar servicios de todo tipo. En estos meses de asistencia a los desplazados, ya ha atendido a 1.702 personas, prestado ayuda a 766 personas vulnerables y asistido a 16 mujeres durante el parto.
El "Don Bosco Zeitoun", situado en El Cairo, en Egipto, ofrece educación y apoyo a los refugiados sudaneses en el país. La labor con los refugiados comenzó en 2000 y desde entonces la comunidad salesiana acoge con los brazos abiertos a los refugiados que llegan allí. Como el espacio es muy limitado, el oratorio "Don Bosco Zeitun" organiza actividades para los refugiados tres días a la semana. Los tres días que no trabaja con los refugiados sudaneses, el oratorio organiza actividades para el mayor número posible de jóvenes del barrio.
Los salesianos que permanecen en Ucrania y en los países vecinos, como Polonia y Eslovaquia, siguen trabajando duro para ayudar a los afectados por la guerra. Más de 8,1 millones de ciudadanos ucranianos, principalmente mujeres, ancianos y niños, viven como refugiados en otros países. En Eslovaquia, los salesianos han ayudado a los refugiados ucranianos atendiendo sus necesidades básicas, como alimentos, alojamiento y atención médica. También han proporcionado educación a los jóvenes y cursos de idiomas para adultos. Tampoco se descuidaron las necesidades psicológicas de los refugiados, y los salesianos intentaron ofrecer a los jóvenes momentos de alegría y paz. Por ejemplo, durante el periodo navideño, llevaron a algunos niños de vacaciones a esquiar para que pasaran juntos un rato tranquilo.
Por último, en Juba, en Sudán del Sur, los salesianos de la parroquia de San Vicente de Paúl gestionan el campamento "Don Bosco Gumbo" para desplazados internos. El campamento, establecido en enero de 2014 tras el estallido de la guerra civil en diciembre de 2013, alberga actualmente a 10.000 personas, la mayoría de las cuales son mujeres, niños y ancianos. Los salesianos proporcionan refugio, alimentos, educación, atención médica y respuestas inmediatas a otras necesidades básicas. También se proporciona educación a más de 4.000 menores, gracias a la presencia de jardines de infancia, escuelas primarias y secundarias y varios otros centros educativos, incluido un Centro de Formación Profesional. Además, durante la pandemia, los Salesianos se esforzaron por garantizar que los refugiados recibieran atención médica, mascarillas, desinfectantes para las manos y vacunas.
