El P. Jaime actualmente es Secretario inspectorial y Director técnico de la Pastoral de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS). Junto a las autoridades y estudiantes de la UPS, ha estado colaborando en todas las actividades para brindar acogida a miles de indígenas que encontraron en una obra salesiana una casa de acogida.
Desde tu vocación salesiana, ¿pensaste estar inmerso en estos momentos difíciles?
La verdad es que no estaba previsto esto; pero dada la coyuntura y la llegada de nuestros hermanos indígenas a la UPS, no podíamos ser indiferentes. Desde el inicio, hemos tratado de estar con ellos para que sientan nuestro respaldo, como hemos hecho los salesianos en sus propias comunidades.
¿Cuál ha sido tu experiencia en esta forma de hacer pastoral?
Una situación compleja en cuanto a la organización logística: acogida, recepción de víveres, preparación de los alimentos… En todo esto ha sido fundamental el accionar de los estudiantes de la FEUPS (Federación de Estudiantes de la Universidad Politécnica Salesiana) que han asumido al 100%. Por otra parte, una experiencia muy linda ser uno de ellos y comprender su situación.
¿Qué sentiste al presidir una Eucaristía con tanta gente por el fallecimiento de un hermano indígena?
Sentía indignación por la indiferencia de los grandes medios de comunicación, pues no daban a conocer toda la realidad y violencia que se estaba viviendo. Como religioso traté de responder a lo que estaba sucediendo, hacerles sentir que la Iglesia estaba con ellos. También sentía indiferencia del Gobierno por esa falta de escucha, por esa falta de diálogo, el creer que solo era cuestión de los indígenas y no de todos los ecuatorianos, cuando las medidas afectan a todos.
¿Qué le dirías a un salesiano joven que mañana puede enfrentar una situación como esta?
Es importante que los salesianos estén inmersos en las realidades sociales, culturales que viven nuestros hermanos indígenas, que estemos cerca para saber cómo podemos acompañarlos. En ese sentido hay que caminar con ellos como nos dice el Papa Francisco, que no nos hagamos indiferentes a los problemas que viven los pobres.
¿Cuál fue el momento más alegre de esta crisis?
Fue cuando el Gobierno aceptó dialogar. Ahora hay que mantener la calma…
Marcelo Mejía