El territorio de la nueva Inspectoría ANN abarca precisamente los países que se encuentran en el centro de las actuales tensiones internacionales, y el temor a una extensión de las tensiones a toda la zona del Sahel sacude también a la Iglesia africana. "Ahora mismo la situación es muy delicada: como salesianos queríamos abrir una nueva misión en Níger en septiembre, pero ahora se ha hecho imposible", explica a Vatican News el salesiano, nacido en Bahía Blanca (Argentina), pero misionero en toda África Occidental desde hace más de treinta años.
A continuación, el Padre Crisafulli recuerda que todas las minorías de Níger viven en una situación que ya era complicada antes del conflicto y "que lo es aún más ahora". "La presencia de grupos extremistas islámicos es un problema enorme, el actual obispo de Niamey ha cerrado todas las presencias de la Iglesia en las zonas rurales porque los extremistas atacan las aldeas".
Nos dijo a los salesianos -añade- que no fuéramos a las zonas rurales y que solo podíamos abrir una misión en la capital". El Inspector salesiano de ANN informa también de que todas las fronteras con Níger están cerradas, que los camioneros están bloqueados y que es muy peligroso para los emigrantes que quieren llegar al Mediterráneo cruzar la frontera en estos momentos.
También hay preocupación por los nigerianos que trabajan en Níger, 'creemos que pueden recibir ataques'. Y esto se complica con "la presencia del grupo mercenario ruso Wagner y un sentimiento negativo contra Europa y Francia".
Ante el peligro potencial y concreto de una guerra de resultados imprevisibles, el salesiano observa que las potencias exteriores "solo tienen un interés económico y geopolítico, no creo que les interesen las personas", y probablemente "tengan como objetivo los recursos naturales, el uranio, el oro...". El llamamiento de un Hijo de Don Bosco, en cambio, no puede ser otro que "respetar a África, sus tradiciones, sus culturas y sus instituciones", porque "el neocolonialismo cultural y económico es dañino", mientras que habría "también algo que aprender de África".
En definitiva, el misionero argentino pide que se hagan todos los esfuerzos posibles para evitar una guerra fratricida entre africanos e invita a todos a trabajar juntos por la paz, poniendo en primera línea a los propios salesianos: "Debemos construir la paz todos juntos, militares, políticos, líderes religiosos y grupos étnicos (...) Don Bosco puede ser un medio de pacificación: África necesita educación por encima de todo. Y los Salesianos, con sus escuelas, pueden desempeñar un papel mediador y pacificador. Cuando la gente ha recibido educación no puede ser manipulada".