Los misioneros salesianos están bien, pero tienen dificultades para enviar actualizaciones porque no hay electricidad ni internet. Las últimas noticias son del martes e informan:
“Desde las dos de la madrugada estamos bajo una lluvia de balas, no sabemos cómo salir de nuestras casas”.
“Faltan alimentos y agua, todos los desplazados ya no saben a dónde huir, la situación es catastrófica”, añade una voluntaria de la ONG salesiana Voluntariato Internazionale per lo Sviluppo – VIS.
A continuación, el texto de la carta enviada hace pocos días por los salesianos de Goma:
“No es una novedad, pero esta triste realidad muestra que las familias del territorio de Masisi, una población vulnerable que ha soportado muchas guerras y guerrillas en las últimas décadas, siguen viéndose obligadas a desplazarse debido a los disparos en los pueblos donde viven. Hasta el 9 de enero de 2025, la situación administrativa y política en el Masisi central ha sido muy compleja, como lo demuestra la masiva presencia de personas en viaje hacia distintos lugares de refugio. Además de los numerosos grupos de personas que llenan la ciudad de Goma y sus alrededores, hay desplazados provenientes de los territorios de Rutshuru y Nyiragongo debido a los enfrentamientos que se han intensificado en Masisi y en el territorio de Kalehe, en Kivu del Sur.
Goma se está convirtiendo en un cruce de caminos para los desplazados. Las mujeres y los niños, junto con los jóvenes, son los más expuestos a todo tipo de riesgos. Muchos niños y adolescentes de las escuelas primarias y secundarias ven su año escolar interrumpido por esta situación de guerra. Todo esto también afecta la temporada agrícola, siendo un momento crucial para la siembra, con la esperanza de una cosecha para alimentar a las personas que viven no solo en las zonas rurales, sino también, y sobre todo, para abastecer las áreas urbanas como la ciudad de Goma.
Ya han pasado más de dos años desde la apertura de los campos de desplazados que rodean la ciudad de Goma, y se dice que los trabajadores humanitarios no siempre pueden satisfacer todas las necesidades de los desplazados en los numerosos campamentos. La actual inestabilidad política impide que la ciudad de Goma tenga suficientes oportunidades de abastecimiento, sobre todo porque la mayoría de la población no tiene acceso a los alimentos.
Otra triste realidad es que algunas familias pobres, procedentes de diversas zonas y que debido a guerras anteriores se establecieron en la periferia de Goma, ahora se ven obligadas, en un gesto de solidaridad, a acoger a otras familias provenientes de zonas de conflicto, a pesar de que ellas mismas no se habían adaptado del todo a la vida en la ciudad y vivían en condiciones de vulnerabilidad. En general, es raro encontrar ayuda humanitaria dirigida a estas familias, pues viven en zonas muy escondidas en los barrios y calles periféricas de la ciudad de Goma.
Algunas familias, una vez que llegan a Goma, inscriben inmediatamente a sus hijos en la escuela con la esperanza de salvar el año escolar en curso, pero no cuentan ni con el material escolar ni con los recursos financieros para pagar las cuotas escolares exigidas. Además, las escuelas tienen una capacidad muy limitada debido a la falta de espacio, bancos o material didáctico”.
Así concluye la carta enviada por los salesianos antes de la ocupación de Goma por parte de los rebeldes, dando testimonio de una situación humanitaria y educativa de extrema precariedad.
Para más información, visitar el sitio: www.missionidonbosco.org