Según estimaciones de Save The Children, la pandemia ha sumido en la pobreza a unos 100 millones de niños.
Cerca de mil quinientos millones de niños, también debido a Covid-19, han sufrido un brusco retroceso en su educación.
Son cifras alarmantes, teniendo en cuenta que incluso antes de la pandemia había 258 millones de niños que no tenían acceso a la educación, prácticamente una sexta parte de la población total en edad escolar.
Además, los largos periodos de cierre de las escuelas han tenido graves consecuencias para la salud mental. Entre aquellos cuyas escuelas estuvieron cerradas entre una y cuatro semanas, el 62% declaró un aumento de los sentimientos negativos; este porcentaje se eleva al 96% en el caso de aquellos cuyas escuelas estuvieron cerradas entre diecisiete y diecinueve semanas.
Dado el elevado número de niños que no tienen acceso a una educación de buena calidad, se prevé que, a escala mundial, en 2030 el 20% de los jóvenes de catorce a veinticuatro años y el 30% de los adultos no sabrán leer.