El Club de las Cuatro Emes es una historia divertida, ágil y llena de sorpresas mezclada con un tema muy poco habitual en la literatura infantil como las adicciones al juego. Juan Ramón Santos sí juega pero con las palabras y con sus entrañables personajes para ofrecernos una novela detectivesca, llena de suspense e intriga, en que nada ni nadie es lo que parece, y con una visión realista que huye de un final feliz.
Con El síndrome de Bergerac, Pablo Gutiérrez, seleccionado en 2002 como uno de los mejores narradores jóvenes en español por la revista Granta y después de una exitosa carrera en ficción adulto, hace su debut en la literatura juvenil. Una novela que habla de la capacidad de las palabras para crear realidades y del teatro (más allá de lo literario) como aglutinador de los talentos que atesoramos pero que no siempre nos reconocemos. Y en especial el talento de los jóvenes, siempre presentes en sus novelas, de su fuerza arrolladora y de su capacidad de compromiso y creatividad. Un homenaje a la magia del teatro y a una nariz célebre y desproporcionada que aúna optimismo y éxito.
Dos obras que tienen en común su pretensión de romper con ciertos perjuicios: el de no poder hablar de ciertos temas, como la ludopatía, con los niños y el de que los adolescentes son unos vagos y desmotivados.