Será necesario esperar algunas décadas para que su sucesor, Don Miguel Rúa, inicie una renovación de la apariencia externa e interna de la iglesia.
En 1890, Don Rúa encargó al arquitecto Crescentino Caselli el diseño del nuevo altar, en cuya construcción colaboraron varios artistas.
Luego, en 1911, el santuario fue elevado a la categoría de basílica menor y el Rector Mayor de la época, Don Filippo Rinaldi, expresó el deseo de ampliarlo. Sin embargo, la idea fue abandonada y retomada recién en 1934.
El arquitecto salesiano Giulio Valotti se hizo cargo del diseño. También se le pidió que diseñara el nuevo altar mayor que se suponía realzaría el antiguo retablo de Lorenzone.
Se utilizaron los mármoles de colores más preciosos, suministrados por la empresa Remuzzi de Bérgamo.
Algunos detalles del altar
- El altar está flanqueado por dos pares de balaustradas de alabastro mientras que la mesa está sostenida por dos ángeles en blanco mármol de carrara, obra del escultor Luisoni;
- Completa el espejado central una Última Cena, de bronce;
- Los marcos que encierran el retablo están decorados con las estatuas de los ocho santos y los cuatro santos que más han venerado a la Virgen;
- Las dos bandas laterales tienen debajo el monograma de la Virgen en bronce dorado;
- Sobre los dos falsos coros están esculpidos los escudos de los salesianos y de las hijas de María Auxiliadora.
Fuente: El Boletín Salesiano