En este contexto, los días 19, 20 y 21 se dedicaron a la reflexión y a la oración. En el sitio web sdb.org, sección dedicada al CG28, se pueden encontrar las tres intervenciones.
El P. Rossano Sala, profesor de la Universidad Pontificia Salesiana y ex - Secretario Especial del Sínodo de los Jóvenes, ofreció su propuesta de meditación en el contexto del primer núcleo del tema del Capítulo: los jóvenes.
Examinó los criterios inspiradores de la acción de Jesús hacia los jóvenes, para posteriormente invitar y examinar las razones profundas de las opciones vocacionales de Don Bosco. Estos tuvieron momentos importantes en relación con la sabiduría de Don Cafasso y el encuentro con los jóvenes prisioneros, en la experiencia del sueño de la pastora, en el fuerte y decisivo diálogo con la marquesa Barolo. El encuentro con esta santa mujer, sinceramente preocupada por la salud y la misión de Don Bosco entre los jóvenes, se resolvió el día en que el santo educador comunicó su decisión:
“Mi respuesta está ya pensada. Usted tiene dinero y encontrará fácilmente cuantos sacerdotes quiera para sus instituciones. No ocurre lo mismo con los chicos pobres. Si en este momento me retiro, todo acaba en humo; por tanto, como hasta el presente, seguiré haciendo lo que pueda en el Refugio; cesaré oficialmente en el cargo y me entregaré de lleno al cuidado de mis muchachos abandonados”.
El P. Eunan McDonnel, Inspector de Irlanda, en el contexto del perfil Salesiano, recordó inmediatamente que el sello de la Espiritualidad Salesiana es la dulzura y la ‘Amorevolezza’. “No hay nada tan fuerte como la dulzura y nada tan dulce como la verdadera fuerza” (San Francisco de Sales).
La pregunta “¿Qué tipo de Salesianos para los jóvenes de hoy?” debe ser enriquecida con otras preguntas: “¿Qué espera Dios de nosotros?, ¿sabemos lo que Dios quiere que seamos? Señor, ¿qué tipo de Salesianos para los jóvenes de hoy?”.
Para buscar una respuesta es necesario aprender a escuchar, porque “Si y cuando escuchamos a Dios, el guion cambia. Ya no vamos de acuerdo con nuestras expectativas, sino que descubrimos que Dios nos ofrece posibilidades aún mayores de las que podríamos haber imaginado. Posibilidades que nunca han estado en nuestro guion original”. Por consiguiente, el discernimiento se convierte en discernimiento orante y “se puede ser capaz de un estilo que es el de la contemplación en la acción, imitando a Don Bosco”, como recordaba también el Beato Filippo Rinaldi: “Si quieres vivir según el espíritu de Don Bosco, nunca debes perder de vista su vida interior... continuamente unido a Dios en la oración”.
El P. Luis Fernando Gutiérrez, Delegado Nacional de Pastoral Juvenil de España, ofreció una reflexión sobre el tercer núcleo: “Compartir la misión y la formación con los laicos”.
En primer lugar, está el estilo sinodal, que recuerda que la misión es una tarea encomendada por Dios, y nadie es el dueño de ella.
El discernimiento es el corazón del ministerio pastoral, porque su primera tarea es encontrar a Dios en la vida de cada persona.
Para sostener este camino es necesario que el Salesiano viva en humildad, que apoya el camino de la mediación: “No olvidemos que solo somos mediadores. El problema de la pastoral es la mediación". El Bautista es el modelo: ‘Él debe crecer y yo debo disminuir’”.
El salesiano está llamado a habitar y compartir la tienda de la misión, en la unidad y la consecuente vocación y misión en nombre de Don Bosco y del carisma salesiano: construir el futuro con humildad, alegría y esperanza.
En la segunda parte de las jornadas se dedicaron seis tiempos al estudio y a la profundización del Informe del Rector Mayor sobre el Estado de la Congregación.
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