Ocasiones, por supuesto, que destacan y realzan las características acústicas de la Basílica de María Auxiliadora y permiten a los jóvenes talentos actuar y ofrecer buena música para escuchar. En la tarde del miércoles 19 de febrero los primeros beneficiados fueron los Capitulares, que pudieron nutrir su espíritu con la belleza del arte musical, en vista de las intensas semanas de trabajo que les esperan.
El P. Maurizio Palazzo, responsable de las actividades musicales de la Basílica de María Auxiliadora, organista titular y director del coro, es el impulsor de una serie de iniciativas que en la tradición salesiana tienen sus raíces en Don Bosco.
Los que conocen a Don Bosco, saben que para él la música era esencial y era el alimento educativo. “Un oratorio sin música es como un cuerpo sin alma”, es uno de los dichos más famosos del Santo de la Juventud.
El Coro está compuesto por unos 50 voluntarios y voluntarias. Durante el año se unen otros ya sea para el canto como para la orquesta haciendo un total de 200 personas.
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