Este acuerdo servirá para ofrecer una formación profesional de alto nivel a las adolescentes y a las jóvenes de la región, que tendrán así una mayor conciencia de sus cualidades y de sus oportunidades para rechazar los engañosos halagos de los traficantes.
“La educación y la formación profesional son la única manera de evitar que las chicas sean presa fácil de los comerciantes, que atraen a niñas desprevenidas con la falsa promesa de un ingreso fácil y un futuro mejor en el extranjero”, resumió el P. George Thadathil, Director del Instituto Salesiano de Sonada.
Fundada en 1938 y situada en el pueblo de Gorabari, a 2 km de la ciudad de Sonada y a una altitud de casi 2.000 metros sobre el nivel del mar, la obra cuenta con más del 95% de la población estudiantil de las colinas de Darjeeling, una región conocida en todo el mundo por la calidad de sus hojas de té.
En la actualidad, en el distrito de Darjeeling hay 83 empresas agrícolas que cultivan té, en una superficie de unas 19.000 hectáreas, y que dan empleo estable a más de 52.000 personas.
Además del problema típico de la migración desde las zonas rurales y los peligros de la trata de chicas, otro elemento que afectan las oportunidades educativas de las jóvenes son los bajos salarios de los trabajadores del sector.
Las ONG’s que trabajan para prevenir la trata de personas sobre todo de chicas, estiman que más de 400 muchachas son parte del tráfico de menores en las mismas plantaciones de té. De hecho, los traficantes buscan a sus víctimas en los lugares donde el hambre y la pobreza son mayores, y no donde las empresas son estables y hay más oportunidades para la educación superior y los servicios de salud.
Por su parte, el Sr. Banerjee, miembro de una dinastía de cultivadores de té, que fue el primero en comenzar a cultivar té en Darjeeling, así como en participar en la formación de los jóvenes, es uno de los pioneros de la agricultura sostenible en la región.
"Rimpocha no es solo té -dijo- sino una filosofía de vida basada en cinco pilares: la salud del suelo, el fortalecimiento económico de las mujeres, el uso de abono orgánico biodinámico y fertilizantes animales, el comercio justo para los agricultores marginados y la asistencia tecnológica para la comercialización directa de sus productos”.
Fuente: Don Bosco India