El P. Fontana, de 69 años, 51 años de vida salesiana y 39 de sacerdocio, aceptó este nombramiento con espíritu de servicio a la Iglesia. “Acepté la voluntad de Dios con esperanza y afecto al Papa. Será algo totalmente nuevo para mí.... Y debo admitir que echaré de menos a mis muchachos 'traviesos'", confiesa.
En los últimos 5 años, de hecho, el P. Fontana ha sido Director del “Instituto San Ambrosio” de Milán, donde acompañó el crecimiento humano y espiritual de unos 2.000 estudiantes. Al mismo tiempo, fue también Consejero Inspectorial de la Inspectoría Italia Lombardo-Emiliana (ILE).
Anteriormente, trabajó en varias casas salesianas, como Director, Catequista o Director de estudios en Parma, en Bolonia-Beata Virgen de San Lucas, en Castel de' Britti’ (BO), en un centro de recuperación de adolescentes y jóvenes de la calle; en Chiari (BS), una escuela primaria, secundaria y un instituto de formación profesional.
No podemos olvidar las tareas realizadas como Delegado de Pastoral Juvenil de la Inspectoría de ILE y Coordinador Nacional de la Animación Misionera, Delegado CNOS para la ONG VIS (Voluntariado Internacional para el desarrollo) y como vicepresidente.
Realizó estudios de Teología en la Pontificia Universidad Salesiana de Turín, y la licenciatura en Ciencias Naturales en la Universidad de Parma, a la que siguió el título de profesor de enseñanza secundaria.
En su nuevo encargo en la Ciudad del Vaticano desde la experiencia adquirida a través del trabajo con dos obispos: el difunto Card. Giacomo Biffi, que quiso que fuera Delegado de la Pastoral Juvenil en Bolonia y con quien trabajó asiduamente como Secretario General del Congreso Eucarístico Nacional celebrado en Bolonia en 1997; y Mons. Ernesto Vecchi, a quien acompañó en la delicada misión de obispo administrador apostólico de Terni-Narni-Amelia, como moderador de la Curia diocesana.
Mirando su nuevo encargo de capellán de la Gendarmería, el P. Fontana expresó: “Será un gran desafío, también porque llego después de un ministerio muy apreciado y un trabajo fructífero de Monseñor Lorenzelli… Me comprometo a acompañar a los Gendarmes, entre los que hay muchos jóvenes, con una discreta labor pastoral, como un buen párroco y sobre todo para que podamos crecer juntos”.