Cabe remarcar que fue la primera mujer que se le otorgó la ciudadanía de honor en ese país. El Arzobispo de San José, Mons. José Rafael Quirós, escribió: “Reconocemos los notables servicios prestados a la Patria por esta religiosa nicaragüense que, con amor y solidaridad entregó su vida a los más pobres. Sor María fue un regalo de Dios para la sociedad costarricense y para la Iglesia Universal que, en su autoridad suprema ha reconocido sus virtudes cristianas y heroicas”.
Para conmemorar esta fecha la Asociación de Exparlamentarios y Parlamentarios de Costa Rica coordinó un “Conversatorio sobre Sor María Romero” en el Salón de Expresidentes de la República en la Asamblea Legislativa. Participaron representantes de los Diputados, de los Exparlamentarios. Representantes del Nuncio Apostólico y del Arzobispo; de las diferentes asociaciones y grupos de la Casa de la Virgen; de la Familia Salesiana; Hijas de María Auxiliadora; sacerdotes diocesanos y religiosas.
En las ponencias participaron exparlamentarios: el Sr. Alejandro Soto Zúñiga y el Sr. Alex Solís Fallas que hicieron alusión al proceso histórico del otorgamiento de la ciudadanía, con los debidos reconocimientos para Sor María Romero. Para el Sr. Alex, promotor de esta actividad, cobró un doble sentido, pues además de haber sido diputado en ese entonces, es el papá de la niña del milagro para la Beatificación de sor María Romero.
María Romero Meneses nació el 13 de enero de 1902 en Nicaragua, más precisamente en Granada. Sus padres, Félix Romero y Ana Meneses, educaron a sus hijos en la vida de fe. En 1910 las Hijas de María Auxiliadora llegaron a Nicaragua. Cuando tuvo la edad, María Romero ingresó al Colegio María Auxiliadora e hizo su Primera Comunión. Desde entonces, sintió que Jesús estaba con ella y que nunca la abandonaría. Murió, como había deseado, viendo a Jesús, su «Divino Sol» como lo llamaba, en cada gota del océano Pacífico. Era el 7 de julio de 1977.
“Humilde religiosa de las Hijas de María Auxiliadora, fundó sorprendentes obras sociales en Costa Rica, su segunda patria. Su fama surcó las fronteras de Centroamérica, Estados Unidos y América del Sur. Y, era fama de santidad”, escribe M. D. Grassiano, FMA. Fue declarada Venerable por el Papa Juan Pablo II el 18 de diciembre del año 2000. Su esperada beatificación se produjo el 14 de abril de 2002.