En estas dos obras, se han producido algunos daños a causa del movimiento, aunque menos intenso que en Kumamoto. En Beppu, se rompió el tanque de agua y durante algún tiempo la comunidad estuvo sin agua. Se han caído estatuas y otros artículos, pero, afortunadamente, no hubo lesiones personales.
Se aprende de los daños en el área de Kumamoto. Los familiares de las FMA y los cristianos de la zona de Yufuin, se encuentran en peligro inminente.
La casa de Oita que aloja a los niños y jóvenes en situaciones difíciles, la escuela para niños, experimentan momentos de tensión y preocupación por el epicentro, que según los expertos, se está desplazando hacia el este.
"En esta situación, queremos en primer lugar orar por las personas que murieron en el terremoto y los desaparecidos, los heridos y todas las personas sin hogar (se habla de cerca de 3.000 casas destruidas). Oramos para que las personas que han perdido todo, sientan la cercanía de Dios, y que la situación pueda normalizarse. Como FMA también, queremos solidarizarnos y nos hemos puesto en contacto con Cáritas y las iglesias de las zonas afectadas, para encontrar formas de estar presentes en medio de tanto dolor. Queremos también, orar por el Ecuador que fue golpeado por un fuerte terremoto que ya ha cobrado numerosas víctimas. Queremos expresar también a las hermanas del Ecuador nuestra solidaridad y nuestra cercanía” - escriben las Hijas de María Auxiliadora de Japón.